1.- Decir que ya tienes planes para el finde, cuando lo mejor que vas a
hacer es ver jugar a tus gatos y ver un maratón de “Vecino Asesino” en el canal
de cable Investigation Discovery.
2.- Pedir una pizza y comértela sola sin invitarle a
nadie.
3.- Hablar de un libro como si lo hubieras leído, cuando en realidad sólo
viste la peli o te lo contaron.
4.- Decirle a la bruja de tu jefa que no viste el mensaje o peor aún, decir:
“no me llegó.”
5.- En adición al punto 4…Alucinar que tu jefa se saca la mierda bajando las
escaleras o saliendo del edificio donde trabajas.
6.- En adición al punto 5… y que la ponen de “patitas” por una metida de
pata colosal.
7.- En adición al punto 6… y que la mandas a la mierda cuando te empieza a humillar en frente de todos.
8.- Practicar frases sacadas de telenovelas o películas frente al espejo,
haciendo diferentes caras.
9.- Hablar sola cuando estás sola o también cuando hay gente alrededor.
10.- Usar el engrapador de tijera como espejo (las secretarias lo entienden).
11.- Leer y reírte a carcajadas una y otra vez de los posts de Twitter o de Facebook que tú misma creaste.
12.- Practicar una canción hasta el cansancio para luego hacerte la fan
número uno en público.
13.- Chequear permanentemente el perfil de la persona que te gusta, el de sus
amigos y los de sus posibles parejas.
14.- Pararte frente a una tienda de ropa y hacer de cuenta que ves la ropa,
pero en realidad estás mirando cómo te queda lo que tienes puesto.
15.- Gritarle a los personajes de un libro.
16.- Gritarle a los personajes de la tele. (Bueno, esto es algo que hacemos
todos sin pudor alguno delante de cualquiera, no hay roche).
17.- Mirar fotos de gente linda y pensar que son mucho más felices que
nosotras.
18.- Correr la cortina del baño para ver si hay alguien escondido ahí
esperando para matarnos.
19.- Decirle a tu "amigo El Banco": “No, ya no vive aquí” o lo que es peor “No, ya
no trabaja acá” cuando te llaman para cobrarte.
20.- Chequear el papel higiénico después de sonarte la nariz.
¿Y tú qué admitirías?
¿Y tú qué admitirías?