Los
sacerdotes deberían llevar una vida normal, deberían conocer mujeres (en
sentido bíblico claro está), entiéndase: tener sexo. Total, el sexo es digno en sí mismo, ni siquiera
necesita del amor para ser dignificado.
En lo
personal creo que la mayoría formaría hogares modelos. Digo la mayoría porque según estudios del profesor Philip Jenkins, profesor de Historia
y Estudios Religiosos en la Universidad de Pensilvania, en su libro Pedofilia
y sacerdotes: anatomía de una crisis contemporánea, concluye que tan sólo
un 0,2% de los sacerdotes católicos han sido abusadores de menores de edad. Es
decir, 1 de cada 25 sacerdotes católicos de EE.UU. ha sido acusado de
pederastia. Gente desviada hay en todos
lados.
Ahora; el
hecho de mantener relaciones sexuales no quiere decir que estos casos de pederastia
desaparezcan como por arte de magia según la creencia popular. La Iglesia ha acogido y protegido a pedófilos
y corruptos a lo largo de su historia. Parecería
que la Iglesia obra según la frase… “todo se perdona, menos el escándalo”. Crimen atroz por donde se lo mire. Una disculpa del Sumo Pontífice no cerrará
las heridas de aquellos niños abusados y dañados permanentemente. Vergüenza para la Iglesia Católica por
siempre.
Retomando lo
del celibato… éste fue instituido por los hombres, no por Jesucristo. Él nunca planteó el
celibato como medio obligado para alcanzar la meta divina. En el siglo IV, algunas leyes empezaron a
exigir el celibato sacerdotal entre diócesis de rito latino: se hizo manifiesto
en el Concilio de Elvira; reiterándose en el Concilio de Letrán I en 1123,
aunque dicha regulación no fue seguida de manera estricta. En el Concilio de
Trento (1545-1563) se estableció de manera definitiva el celibato sacerdotal
obligatorio tal como se lo conoce en la actualidad, en respuesta a la Reforma Protestante
que permitía, e incluso promovía, el matrimonio de los sacerdotes, al tiempo
que suprimía las órdenes religiosas y sus votos.
Prueba de que el celibato es una de las cosas
que deberían de desaparecer de la Iglesia Católica junto con la prohibición a la masturbación, la
homosexualidad y el divorcio, de otro modo la Iglesia Católica está destinada a
desaparecer; es el Obispo de Merlo Moreno, Fernando María Bargalló de 59 años, de
quien han sido difundidas imágenes en
las que se le ve en actitudes muy íntimas
con una mujer durante unas vacaciones en un lujoso resort de Puerto
Vallarta (México).
El sacerdote tuvo que mentir, diciendo que la
mujer era una amiga de infancia. Ni él
mismo se lo cree. Y por supuesto, su vía
crucis está muy lejos de terminar.
Conocedor de esto y de la manera de obrar de sus colegas “pollerudos”, aparentemente
habría renunciado. Se sabe que tuvo
muchos enfrentamientos con el intendente de Merlo por sus políticas
sociales. Cae de maduro suponer que quien
filtró estas imágenes fue Raúl Othcehé, el Intendente de Merlo.
Al margen que fue una torpeza clamorosa, creo
que lo único que le criticaría es no haber mantenido sus votos de pobreza.
Ahora lo entiendo todo: los sacerdotes sí
hacen votos de pobreza, pero para dejarla.
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