VII Congreso Internacional de la Lengua Española abrió una discusión sobre el idioma y sus palabras.
Por: MAURICIO SILVA
El Tiempo / “El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua no
acoge la palabra puertorriqueñidad. Sí acoge la palabra argentinidad, calidad
de lo que es privativo de la República Argentina. Lo que es igual no es
ventaja”, reclamó el célebre escritor boricua, Luis Rafael Sánchez, el pasado
martes 15 de marzo, en la sesión inaugural del VII Congreso Internacional de la
Lengua Española (CILE), en San Juan de Puerto Rico.
Al día siguiente, en el mismo escenario, Darío Villanueva, director de la
Real Academia Española y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua
Española, anunció: “Ahora divulgo con deje triunfal, amparado en la opinión del
diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, puertorriqueñidad,
calidad de lo que es privativo de la isla de Puerto Rico”.
Así se oficializó el ingreso de una nueva palabra de la lengua española. Un
vocablo que a partir de esta semana ya se encuentra en el diccionario en línea
de la RAE, el mismo por el que, con tanto empeño, el Instituto de Cultura
Puertorriqueño (ICP) venía luchando desde 2009.
Y así también, en el marco del CILE 2016 -que reunió hasta el día de ayer a
escritores, científicos, músicos, periodistas y a las 22 academias de la Lengua
Española-, nacieron otras obvias preguntas: ¿cuántas palabras más habría que
agregarle al diccionario de la RAE?, ¿cuántas habría que abolir? ¿Son sólo
palabras por agregar o por quitar, o también son conceptos los que hay que
incluir y desechar de nuestra lengua?
EL TIEMPO decidió preguntarle a once altas personalidades de este Congreso,
incluidos dos Premios Nobel (de Literatura y de Química), ¿qué se le debería
agregar o que se le debería quitar a la lengua española? Las respuestas, como
era de esperarse, fueron, por fortuna, tan variadas como profundas y
divertidas.
¿Qué le quitaría o qué le agregaría a la lengua española?
1. “Le quitaría un exceso de anglisismos. Es decir, le quitaría muchas
palabras que vienen del inglés y que no son necesarias. Por ejemplo, hay gente
que sigue diciendo ‘tablet’, cuando la palabra nuestra es tableta. Y le
añadiría, especialmente por parte de mis compatriotas españoles, el orgullo de
hablar esta lengua, porque es una lengua que, a pesar de que la hablamos tantas
personas tan diversas, somos capaces de entendernos sin problemas mediante
ella”.
Darío Villanueva, director de la Real Academia Española y presidente de la
Asociación de Academias de la Lengua Española.
2. “Le agregaría todos los mexicanismos, los colombianismos, los
puertorriqueñismos y así cada ismo de cada país hispanoparlante. Pero a ninguna
lengua hay que quitarle nada, menos al español, que no hay que cambiarle nada.
Al contrario, hay que agregarle más y más diccionarios con sus aportes
populares”.
Jean Marie Gustave Le Clezio, escritor francés, cultor de la lengua
española, premio Nobel de Literatura (2008).
3. “Le agregaría todos los nombres para denominar todos los peces de nuestra
región, que son distintos en cada país, pero que son los mismos peces. Con eso
quiero decir que falta agregarle a la lengua más comunicación para reconocer,
entender y estudiar todas diferencias, incluidas las emocionales y, claro, las
del comer”.
Mario Molina Pasquel, ingeniero químico mexicano, descubridor de las causas
del agujero de ozono antártico, Premio Nobel de Química de 1995
4. “Habría que quitarle ese adjetivo pobremente nacionalista que le han
puesto a esta maravillosa lengua y es el adjetivo “española”. Nunca me gustó
relacionar un idioma con un Estado. Siempre pensé que hablo castellano que es
el idioma de una comarca europea de donde salió una lengua que sigue
representándome”.
Martín Caparrós, periodista y escritor argentino. Premio Herralde y Premio
Internacional de Periodismo Rey de España.
5. “No le quitaría nada y solo le agregaría más hablantes. A mí me parece
que es una lengua maravillosa con todos nosotros: usted, yo y el chango [pájaro
puertoriqueño, conocido en Colombia como María Mulata]. Cuanto más mezclado,
mejor. Es que somos casi 500 millones de hispanoparlantes y eso es una cosa
poderosa. Pero poder poético”.
Álvaro Pombo, poeta, novelista, político y activista español. Premio
Planeta (2006) y Premio Nadal (2012).
6. “Le cambiaría los tonos bélicos de nuestro lenguaje en Colombia, que
vienen de los asuntos que ya todos sabemos. Le cambiaría palabras como blindar
por proteger. Le agregaría más respeto por el rostro del otro. Más gentileza y
ética en el uso del lenguaje, que nosotros los colombianos hemos perdido por la
guerra.
Carmen Millán de Benavides, directora del Instituto Caro y Cuervo de
Colombia.
7. “No le quitaría absolutamente nada porque las palabras van evolucionando
solas; hay algunas que irrumpen con una gran fuerza, otras que con los años
desaparecen y otras permanentes: amor, madre, agua, sol... Hay palabras que
aparecen de la nada y se van solas. Por ejemplo, hace unas décadas en España se
puso de moda llamar a una persona mayor, que estaba en desacuerdo con todo lo
nuevo, ‘Carroza’. Esa palabra salía así, y con ese significado, en los
periódicos de los años 70 y 80, pero hoy ha desaparecido, nadie la usa y sigue
significando lo que es: un vehículo, un coche. Por lo tanto, yo no le quitaría
nunca nada a la lengua española. ¿Y qué le podría agregar?, más amor, mucho
amor”.
Víctor García de la Concha, filólogo español, actual director del Instituto
Cervantes y anterior director de la Real Academia Española.
8. “Es una lengua que está en pleno auge y no veo que necesite una ayuda
por ningún lado. Lo que sí siento, y lo digo como escritor, es que los
destellos de la modernidad, los lenguajes electrónicos y todo esto, no tiene
que inhibir algo tremendamente poderoso del español que es la tradición y que
debe ser reactualizada permanentemente. Los textos clásicos, con su lenguaje
superior, deben avanzar en todos los formatos que nos da la modernidad. La
tradición en el futuro”.
Antonio Skármeta, escritor chileno, autor de Los días del arco Iris Premio
Planeta-Casa de América 2011.
9. “Que sea una lengua más abierta a sus distintas variedades en cada lugar
y que sea una lengua en la que el espíritu crítico y científico sea cada vez
mayor. Habría que intentar quitarle, sin torcer la lógica de la lengua, los
aspectos discriminatorios que están todavía dentro de ella”.
Jorge Volpi, escritor mexicano, director general del Festival Internacional
Cervantino.
10. “Que esté abierta a todas las mezclas. Y no le quitaría nada, porque
una lengua es ilimitable. Incluso, por necesidad de la vida de la lengua, los
anglisismos terminan entrando en el diccionario, por que los diccionarios no
son más que un registro. Si se usan las palabras, terminan entrando en el
diccionario. Cuando caen en desuso, las palabras quedan en el diccionario, pero
nadie volvió a acordarse de ellas”.
Sergio Ramírez, periodista, escritor y político nicaragüense. Fue
vicepresidente de su país.
11. “Le quitaría esas fronteras que hacen que los mexicanos, se supone,
deban hablar solo mexicano; los españoles, solo como españoles y los chilenos,
solo como chilenos. Y le añadiría una propuesta de escritura que incorporara
las diversas versiones del español. Hay que ir hacia una escritura de la lengua
española menos encerrada en cada tradición. Incorporar vocablos y expresiones
de otras tierras, porque ya se están incorporando a nivel humano: ya los
ecuatorianos viven en España, los españoles en México, los mexicanos en Perú y
los peruanos en Argentina. Quiero decir que esa coexistencia de las diversas
versiones del español ya se da, pero no en la escritura literaria”.
José Manuel Fajardo, escritor, traductor y periodista español, autor, entre
otras, del Tríptico Sefardí.
¿Qué es el CILE?
El CILE es el Congreso Internacional de la Lengua Española que nació con el
objeto de celebrar, reflexionar y educar sobre el español y la cultura
hispánica. Es organizado por el Instituto Cervantes, la Real Academia Española,
la Asociación de Academias de la Lengua Española y, en esta séptima versión,
por el Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. El Congreso se
celebra cada tres años y las ediciones anteriores tuvieron lugar en España,
México, Argentina, Colombia, Chile y Panamá.
¿Qué agregar o quitar al español?
MAURICIO SILVA
Editor jefe de la revista Bocas
San Juan (Puerto Rico).
Editor jefe de la revista Bocas
San Juan (Puerto Rico).
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