"Canon Educativo"

Ayer escuché a la Sra. Cecilia Blume, súper entendida en temas de minería, en lo personal me encanta; discrepar de los comentarios que hacía su interlocutor referente a la incapacidad de gestión de los presidentes regionales para invertir la increíble cantidad de dinero que tienen en el Banco de la Nación provenientes del Canon, en proyectos para beneficiar a sus comunidades.

Dijo algo muy interesante que nadie lo dice o se atreve a decir, mucho menos ahora que las papas queman y se debe ser muy cauto en lo que se dice o se deja de decir.  Indicaba que no estaba de acuerdo con esa afirmación porque es sabido que el Estado es una máquina pesadísima, cuesta mucho hacerlo andar.

Mencionó también que si a un ministro de economía le dicen que gran parte de la torta se va a donar, pues lo lógico es que se pongan candados complicadísimos de abrir.  Es algo así como el perro del hortelano.

Explicó que para invertir el Canon es necesario evidentemente pedírselo al Estado, llenar un formato llamado  SISTEMA NACIONAL DE INVERSIÓN PÚBLICA (SNIP), por demás complicado.  Ella, siendo una especialista y mujer por demás preparada, no lo pudo llenar en su oportunidad cuando trabajaba en la PCM.  Es algo imposible de llenar!!!.

Entonces, bajo ese punto de vista, se entiende porque sólo muy pocas regiones han podido invertir su canon.  Lamentablemente, los presidentes de región en su mayoría (salvo raras excepciones) son mentalmente opacos, de manera que no es muy descabellado pensar que no tendrán la capacidad ni las ganas para hacer siquiera el esfuerzo en llenar un SNIP.

Lo simple es lo más bonito.  El canon para la educación y punto. Inclusión social significa educación.  Con una educación de calidad, tendríamos a gente en las calles, Constitución en mano, protestando por qué no hay inversión minera, por qué no hay inversión privada.  Una educación de calidad significa prosperidad, es aquella que forma mejores seres humanos, ciudadanos con valores éticos, respetuosos de lo público, que ejercen los derechos humanos, cumplen con sus deberes y conviven en paz.  Una educación de calidad genera oportunidades legítimas de real progreso y prosperidad, superiores a las del asistencialismo estatal.

Lamentablemente, hay quienes confunden educación de calidad con cuenta bancaria en un sistema basado esencialmente en el lucro y en la explotación de muchos seres humanos.  Y hasta que eso no cambie, no importa la cantidad de millones que puedan dar las transnacionales, jamás sentiremos sus beneficios.