Quiero un presidente honrado

Quiero un presidente honrado
que no nos venga a robar,

que no nos venga a engañar,
que venga ya a trabajar
por cada voto ganado.

El Perú es de los mejores aceros
quiere salir del pasado

tan negro que se ha tornado,

donde muchos se han robado
hasta el agua de los floreros.

No quiero cholo que me mande
ni china con papá encanado,
no me den mujer que se crea grande,

ni gringo con visado importado,
tampoco blanquiñoso con “amuleto”
que a la larga nos fingirá respeto.

Detrás de ternos y corbatas
no quiero encontrar más ratas,

quiero hombres fuertes con cautas

ideas pero sin fe de erratas.

No me den blanco misio
porque en el momento propicio

nos clavará los colmillos,

para vaciar nuestros bolsillos.

O dejará sin fin robar

Como pasó en antaño

 Y nos van a trasquilar
como si fuéramos rebaño

Por eso el voto avisa:
cuidado con caer de la cornisa.

No quiero aquellos gritones

resentidos, antimineros y payasones.

Que dicen conocer el país

sin saber de sus problemas la raíz.

Garantizan subir salarios

con programas culinarios.

Prometen la pobreza aniquilar

y ni siquiera saben hablar.

Basta de discursos irrelevantes,

que de nadie son representantes!!!.

No me hablen de germoplasma
ni de economía verde.

Eso no me entusiasma

mientras la pobreza muerde.

Tampoco me den herederas

Que puedan hacerse ingenieras.

Ni bonitas que tiran la toalla

antes de empezar la batalla

cuando ven a un canalla

dentro de su pantalla.

Quiero un presidente honrado

Que no nos trate como ganado

Que se saque la careta

Y que no la use más

Para ninguna de sus tretas.

Que coma caviar y setas

pero también baje al llano

Dejando de lado lo vano.

Siendo lo suficientemente humano

para tratarme como su hermano.

Un consejo hasta de un conejo:

Trabaja duro y parejo

Como nunca jamás lo has hecho

Atravesaste ya ese trecho

Donde lo dicho, debe tornarse en hecho

Que toda tu gestión sea un real faenón

De triunfos con satisfacción

Quiero un presidente honrado

que trabaje por cada voto ganado

y al final de su mandado

que salga en hombros y aclamado.

PAOLA MENDOZA LACA