Por Angel Sanz
Blog "Re-imaginando"
Después de muchos años aprendiendo en el mundo del deporte,
primero como jugador y después en el mundo de la gestión y del negocio
deportivo, ha sido hace relativamente poco cuando me he puesto a pensar
en la figura del entrenador y en su impacto en el rendimiento deportivo.
Independientemente de que me parece que el sistema no les ayuda nada
(su trabajo depende en una gran medida de sus fichajes y en la mayoría
de los casos no tiene la última palabra al respecto) no es menos cierto
que al final suelen llevarse la responsabilidad del resultado deportivo
de la temporada que, todavía sigue siendo la vara de medir del trabajo
realizado durante casi un año.
Después de analizar,
me he dado cuenta que he conocido a entrenadores imbatibles en sus
conocimientos técnicos que no han tenido éxito y por otro lado a muchos
entrenadores muy mediocres que sin embargo han conseguido superar
cualquier expectativa de resultados. Y eso... ¿cómo se come?
Pues
hablando con uno de los mejores entrenadores de baloncesto que tenemos
en nuestro país, le exponía una teoría que le pareció muy interesante y
que paso a resumiros en este post:
Para mi, un entrenador de deporte de equipo tiene 3 áreas básicas de trabajo en la que se basa su éxito:
1.- Conocimientos técnicos de su deporte.
2.- Gestión interna (de club, de la prensa, etc...)
3.- Gestión de personas (jugadores, técnicos, y equipo del entorno deportivo).
Tenemos la tendencia a pensar que un gran entrenador es aquel que sabe más que nadie desde un punto de vista técnico.
Que sabe todos los sistemas, conoce todas las variables, lee los
partidos, controla los tiempos en los momentos clave, etc... Pero la verdad, es que eso no es así.
En el mundo de la medicina, podemos encontrarnos al típico cirujano
estrella que tiene un don en el quirófano y unas manos privilegiadas con
el bisturí pero que no quiere tener nada que ver con los pacientes, con
sus familiares, con el equipo, con la dirección, con la administración,
etc.... En EEUU, ese tipo de médicos estrella (tipo House) pagan unas
primas de seguros muchísimo más altas porque está estadísticamente
demostrado que reciben muchas más denuncias aunque cometan muchos menos
errores. En los deportes de competición, como esos conocimientos
técnicos no vengan acompañados por una buena gestión interna y una
estrategia en la gestión de personas... el éxito (y me refiero al éxito como entrenar al más alto nivel) es casi inalcanzable.
La gestión interna es
otra de las claves. Por la idiosincrasia que existe en los clubes
deportivos, la directiva y la prensa (entre otros ámbitos internos) son
elementos que tienen una influencia tremenda en el día a día del equipo
(presión, limitaciones, rentabilidad de la inversión realizada por
terceros). Un buen manejo de estos "hilos" favorece el ambiente
interno y mantener un plan de trabajo previamente definido sin prisas ni
condicionantes.
La gestión de personas es
clave para la implementación de la técnica de manera eficiente. Al
final el entrenador no puede salir a la cancha para jugar el partido. En
este ámbito hay un dicho que reza: "Sólo le puedes exigir un
20% a los miembros de tu equipo. El otro 80% te lo regala. Tu habilidad
como gestor de personas es sacar lo máximo de ese 80%". En resumen, es ser capaz de tener la actitud correcta de tu equipo para que den el 100% siempre.
Para poner ejemplos, veo a un entrenador estilo Mourinho (u Obradovic en baloncesto) con un alto conocimiento técnico, una capacidad espectacular de gestión interna pero cortoplacista en la gestión de personas.
Esta gestión de personas sólo la conciben con "mano dura" y disciplina
férrea. Sacan el jugo del equipo, pero éste les regala lo justo. Por eso
es difícil que se quede en un club mucho tiempo. Lo deja exhausto!!!.
Dependen 100% de los resultados deportivos.
Por otro lado, veo a un entrenador estilo Del Bosque (o John Wooden en baloncesto) con
un talento excepcional en la gestión de personas, alto nivel técnico
pero no espectacular (bien cubierto por su equipo) y, sin embargo, con
un déficit en la gestión interna que, en el caso del actual
seleccionador nacional, le hizo salir de un club como el Madrid. El
problema de ese tipo de entrenadores es que su éxito viene condicionado por a) tener muchísimo talento en su equipo o b) tener mucho tiempo para construir.
Este tipo de entrenadores son la excepción pero cuando llegan, es para
quedarse todo el tiempo que quieran. No dependen tanto de los resultados
y sacan lo mejor de sus jugadores. Los resultados son consecuencia y
suelen ser increíbles.
Por último, tenemos el estilo Guardiola (o Phil Jackson en baloncesto) que
está al más alto nivel en los tres ámbitos. Ellos controlan su destino y
el del club. El reto es alinear sus objetivos con los del club y la
afición. Si esto ocurre... pueden conseguir cosas increíbles pero, la
intensidad es tal, que necesitan hacer paradas estratégicas que
les permitan mantener el equilibrio que transmiten y sobre el que
construyen todo su excepcional rendimiento. Trabajar con este
tipo de entrenadores es un auténtico regalo para los miembros de su
equipo. El reto para un club es atraerlos o bien... crearlos! (esta
última opción es la que más me atrae).
Tras esta
"pensada" he llegado a la conclusión de que no vale cualquier entrenador
para un club pero tampoco vale cualquier club para un entrenador. Y es clave para las dos partes que cada uno sepa lo que espera del otro y que estén dispuestos a dárselo. ¿Se lo preguntarán antes de firmar los contratos? y, sobre todo, ¿lo sabrán ellos mismos?. Mi experiencia es que no.
PD.
Esto es aplicable a la empresa de una manera muy evidente. No todas las
personas valen para cualquier empresa, no todas las empresas valen para
cualquier persona.
Os dejo un vídeo en el que
Guardiola explica con bastante tiempo de antelación, cómo él sabía que
su etapa en el Barça tenía fecha de caducidad. Tenía claros sus
objetivos aunque no fuera una manera tradicional de ver su futuro.
Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se debe a que los ignorantes están completamente seguros, y los inteligentes llenos de dudas.
sábado, 12 de octubre de 2013
domingo, 1 de septiembre de 2013
Admítelo, alguna vez lo hiciste!!!
1.- Decir que ya tienes planes para el finde, cuando lo mejor que vas a
hacer es ver jugar a tus gatos y ver un maratón de “Vecino Asesino” en el canal
de cable Investigation Discovery.
2.- Pedir una pizza y comértela sola sin invitarle a
nadie.
3.- Hablar de un libro como si lo hubieras leído, cuando en realidad sólo
viste la peli o te lo contaron.
4.- Decirle a la bruja de tu jefa que no viste el mensaje o peor aún, decir:
“no me llegó.”
5.- En adición al punto 4…Alucinar que tu jefa se saca la mierda bajando las
escaleras o saliendo del edificio donde trabajas.
6.- En adición al punto 5… y que la ponen de “patitas” por una metida de
pata colosal.
7.- En adición al punto 6… y que la mandas a la mierda cuando te empieza a humillar en frente de todos.
8.- Practicar frases sacadas de telenovelas o películas frente al espejo,
haciendo diferentes caras.
9.- Hablar sola cuando estás sola o también cuando hay gente alrededor.
10.- Usar el engrapador de tijera como espejo (las secretarias lo entienden).
11.- Leer y reírte a carcajadas una y otra vez de los posts de Twitter o de Facebook que tú misma creaste.
12.- Practicar una canción hasta el cansancio para luego hacerte la fan
número uno en público.
13.- Chequear permanentemente el perfil de la persona que te gusta, el de sus
amigos y los de sus posibles parejas.
14.- Pararte frente a una tienda de ropa y hacer de cuenta que ves la ropa,
pero en realidad estás mirando cómo te queda lo que tienes puesto.
15.- Gritarle a los personajes de un libro.
16.- Gritarle a los personajes de la tele. (Bueno, esto es algo que hacemos
todos sin pudor alguno delante de cualquiera, no hay roche).
17.- Mirar fotos de gente linda y pensar que son mucho más felices que
nosotras.
18.- Correr la cortina del baño para ver si hay alguien escondido ahí
esperando para matarnos.
19.- Decirle a tu "amigo El Banco": “No, ya no vive aquí” o lo que es peor “No, ya
no trabaja acá” cuando te llaman para cobrarte.
20.- Chequear el papel higiénico después de sonarte la nariz.
¿Y tú qué admitirías?
¿Y tú qué admitirías?
sábado, 31 de agosto de 2013
Sociables
La realidad es que lo que somos, lo somos en gran medida porque nos relacionamos. La naturaleza nos impele al trato social. La mayoría de personas busca con ahínco la amistad. Puedo, sin embargo, excluirme de ese gran porcentaje. Tengo amigos, pero son pocos. No me quita el sueño saber que mis amistades no superan los dedos de dos manos. Prefiero la calidad a la cantidad. Sólo espero saber conservarlas.
Pienso, por eso soy soltera. Soy soltera, pero soy feliz. Tal vez no le caiga bien a todo el mundo, pero no finjo ser una persona que no soy. Y más aún en una época donde Twitter te hace pensar que eres sabio, Instagram que eres fotógrafo y Facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro.
En la antigüedad conocían cuatro especies de amistad: la natural, la social, la hospitalaria y la venérea.
La natural sería entre padres, madres, hijos, hermanos. Es la amistad familiar. Lazo de sangre que no se elige, que se crea por naturaleza pero que, contrario a la creencia popular, sí puede ser rechazada. Por ejemplo, el filósofo Arístipo que ante aquellos que le increpaban no querer a sus hijos y que le aseguraban que les debía afecto por haber salido de él, escupía al suelo, asegurando que éso también había salido de él y no por ello le debía ningún afecto.
La social es la que se conoce por amistad. Es la que engendra amigos y puede surgir en cualquier lugar donde se relacionen dos o más personas. Ésta es elegible, no hay un llamado de obligatoriedad, ni tiene por qué mantenerse en el tiempo.
La hospitalaria se debe al huésped que llega a nuestra casa, puede ser temporal o indefinida, dependiendo de los vínculos que se hayan creado previa visita, pero evidentemente obliga a un trato amable del anfitrión para con el invitado. Cada vez menos común por estas latitudes, no sé si por cuestiones de estrechez económica o de tiempo. Recuerdo que mi abuela decía, “los huéspedes son como los muertos, al tercer día apestan.
La venérea que se centra en la unión carnal. Busca contacto físico más que otra cosa.
Aristóteles, verdadero phronimos, era más práctico. Según él sólo hay tres tipos de amistad: Por interés, por placer y por utilidad.
Por Interés: Los que se quieren por interés no se quieren por sí mismos sino por los beneficios que pueden alcanzar. El cariño obedece al propio bien de ellos. Además, señala Aristóteles, las amistades que reposan en el interés suelen ser objeto de reclamaciones y disputas ya que los amigos se tratan con vistas a la utilidad por lo que cada uno de ellos exige cada vez más y cree recibir menos de lo que le corresponde.
Por Placer: Los que se quieren por placer, solo piensan en aquello que les resulta agradable y, por ello, son personas frívolas. El cariño obedece a su propio gusto y no al modo de ser del amigo. Según Aristóteles, en los jóvenes la amistad puede tener más su base en el placer que en la utilidad, ya que éstos persiguen sobre todo lo que les es agradable y lo presente. Por eso los jóvenes suelen hacerse fácilmente amigos pero también suelen muy fácilmente dejar de serlo.
Por Utilidad: También puede darse amistad por utilidad. Según Aristóteles la amistad por utilidad está presente sobre todo en los viejos ya que a esa edad ya no se busca lo agradable o placentero sino lo útil.
La amistad perfecta, según Aristóteles, es la de los hombres buenos e iguales en virtud ya que éstos quieren el bien el uno del otro. Los que quieren el bien de sus amigos, por causa de ellos mismos, son los mejores amigos, puesto que es por su propia índole por lo que tienen esos sentimientos y no por accidente como sucedía en las clases de amistad señaladas anteriormente.
Aristóteles afirma que tales amistades son raras, ya que los hombres de este talante son pocos. Además requieren tiempo y trato para poder conocerse a fondo. En las amistades perfectas, producto de la virtud, no suele haber, según Aristóteles, reclamaciones ni reproches ya que ningún verdadero amigo tiene envidia de los éxitos del otro. Tampoco suelen darse quejas en las amistades que buscan el placer, puesto que ambos obtienen lo que desean, si se complacen en el mutuo trato, y resultaría ridículo quien reclamara contra el que no le agrada pudiendo no pasar el tiempo con él.
Soy testigo que la amistad perfecta existe y puede durar para siempre. No es como el amor, que se transforma o se acaba. La amistad perfecta prevalece, se mantiene constante a través de los años.
Mi madre tiene cerca de ochenta años y aún conserva a su mejor amiga de la niñez. Yo tengo la mitad de edad y no sé si seré capaz de conservar a las pocas amistades que tengo. Creo que mucho contribuye el ritmo de vida. Ahora es mucho más agitada que antes. Todas las mujeres de mi generación trabajan o trabajan y son madres. Antiguamente, eran muy pocas las mujeres que estudiaban y mucho menos las que trabajaban.
Bienaventurado el hombre que tenga amigos, porque será como un árbol plantado junto a una fuente.
¿Han sentido alguna vez esta clase de amistad?
Pienso, por eso soy soltera. Soy soltera, pero soy feliz. Tal vez no le caiga bien a todo el mundo, pero no finjo ser una persona que no soy. Y más aún en una época donde Twitter te hace pensar que eres sabio, Instagram que eres fotógrafo y Facebook que tienes amigos. El despertar va a ser duro.
En la antigüedad conocían cuatro especies de amistad: la natural, la social, la hospitalaria y la venérea.
La natural sería entre padres, madres, hijos, hermanos. Es la amistad familiar. Lazo de sangre que no se elige, que se crea por naturaleza pero que, contrario a la creencia popular, sí puede ser rechazada. Por ejemplo, el filósofo Arístipo que ante aquellos que le increpaban no querer a sus hijos y que le aseguraban que les debía afecto por haber salido de él, escupía al suelo, asegurando que éso también había salido de él y no por ello le debía ningún afecto.
La social es la que se conoce por amistad. Es la que engendra amigos y puede surgir en cualquier lugar donde se relacionen dos o más personas. Ésta es elegible, no hay un llamado de obligatoriedad, ni tiene por qué mantenerse en el tiempo.
La hospitalaria se debe al huésped que llega a nuestra casa, puede ser temporal o indefinida, dependiendo de los vínculos que se hayan creado previa visita, pero evidentemente obliga a un trato amable del anfitrión para con el invitado. Cada vez menos común por estas latitudes, no sé si por cuestiones de estrechez económica o de tiempo. Recuerdo que mi abuela decía, “los huéspedes son como los muertos, al tercer día apestan.
La venérea que se centra en la unión carnal. Busca contacto físico más que otra cosa.
Aristóteles, verdadero phronimos, era más práctico. Según él sólo hay tres tipos de amistad: Por interés, por placer y por utilidad.
Por Interés: Los que se quieren por interés no se quieren por sí mismos sino por los beneficios que pueden alcanzar. El cariño obedece al propio bien de ellos. Además, señala Aristóteles, las amistades que reposan en el interés suelen ser objeto de reclamaciones y disputas ya que los amigos se tratan con vistas a la utilidad por lo que cada uno de ellos exige cada vez más y cree recibir menos de lo que le corresponde.
Por Placer: Los que se quieren por placer, solo piensan en aquello que les resulta agradable y, por ello, son personas frívolas. El cariño obedece a su propio gusto y no al modo de ser del amigo. Según Aristóteles, en los jóvenes la amistad puede tener más su base en el placer que en la utilidad, ya que éstos persiguen sobre todo lo que les es agradable y lo presente. Por eso los jóvenes suelen hacerse fácilmente amigos pero también suelen muy fácilmente dejar de serlo.
Por Utilidad: También puede darse amistad por utilidad. Según Aristóteles la amistad por utilidad está presente sobre todo en los viejos ya que a esa edad ya no se busca lo agradable o placentero sino lo útil.
La amistad perfecta, según Aristóteles, es la de los hombres buenos e iguales en virtud ya que éstos quieren el bien el uno del otro. Los que quieren el bien de sus amigos, por causa de ellos mismos, son los mejores amigos, puesto que es por su propia índole por lo que tienen esos sentimientos y no por accidente como sucedía en las clases de amistad señaladas anteriormente.
Aristóteles afirma que tales amistades son raras, ya que los hombres de este talante son pocos. Además requieren tiempo y trato para poder conocerse a fondo. En las amistades perfectas, producto de la virtud, no suele haber, según Aristóteles, reclamaciones ni reproches ya que ningún verdadero amigo tiene envidia de los éxitos del otro. Tampoco suelen darse quejas en las amistades que buscan el placer, puesto que ambos obtienen lo que desean, si se complacen en el mutuo trato, y resultaría ridículo quien reclamara contra el que no le agrada pudiendo no pasar el tiempo con él.
Soy testigo que la amistad perfecta existe y puede durar para siempre. No es como el amor, que se transforma o se acaba. La amistad perfecta prevalece, se mantiene constante a través de los años.
Mi madre tiene cerca de ochenta años y aún conserva a su mejor amiga de la niñez. Yo tengo la mitad de edad y no sé si seré capaz de conservar a las pocas amistades que tengo. Creo que mucho contribuye el ritmo de vida. Ahora es mucho más agitada que antes. Todas las mujeres de mi generación trabajan o trabajan y son madres. Antiguamente, eran muy pocas las mujeres que estudiaban y mucho menos las que trabajaban.
Bienaventurado el hombre que tenga amigos, porque será como un árbol plantado junto a una fuente.
¿Han sentido alguna vez esta clase de amistad?
viernes, 30 de agosto de 2013
Voces femeninas que limpian, fijan y dan esplendor
Una de las consecuciones o logros
del nuevo feminismo, es decir el segundo feminismo, ya que el primero, aunque
propiamente no fue un feminismo, fue un simple sufragismo que significó sí, un
primer esbozo; que surgió juntamente con la contracultura en la década de 1960, es haber
distinguido entre sexo y género.
En la teoría feminista con la voz
“sexo” se designa a una realidad orgánica biológica y con la voz “género” se
designa a una categoría socio cultural. Que
implica diferencias o desigualdades económicas, sociales, laborales, políticas,
etc. Una gran diversidad de consecuencias.
Entre las feministas son comunes
las expresiones como: estudios de género,
violencia de género, discriminación de género, etc. A las feministas
siempre les ha mortificado que, los sustantivos masculinos cuando se usan en
plural, comprendan también a las mujeres y esto no rige solamente para los
seres humanos sino también para los
animales.
Por ejemplo, si decimos: “En
nuestro barrio hay muchos gatos.” Se sobre
entiende que hay muchos gatos y gatas. Pero
las feministas dicen que no se sobre entiende. Entonces hay que decir “en
nuestro barrio hay muchos gatos y gatas” y que no mencionar a las gatas es
discriminar a las gatas y que no mencionar a las mujeres es discriminar a las
mujeres. Si decimos: “Los hombres
prehistóricos se vestían con pieles de animales”, las feministas dicen que esta
es una frase discriminatoria, porque la frase propia y no discriminatoria sería:
“Los hombres y las mujeres de la prehistoria se vestían con pieles de animales”. Esto es lo que debe ser según ellas.
El Diccionario Panhispánico de Dudas,
se ha ocupado largamente acerca de este asunto.
Dice que por una ley de economía léxica e incluso de elegancia
estilística, (no por discriminación) se usa solamente la forma masculina. Se usan las dos formas cuando es preciso hacer
el distingo pero cuando no es preciso no es necesario porque se sobreentiende,
por ejemplo, en un colegio mixto habrá que decir: “Los alumnos y las alumnas
que practican deporte son muchos”. Porque
es mixto y no sólo son los alumnos sino también las alumnas, entonces sí hay
que hacer el distingo. En otros casos, esto
resulta pesado, cargante y reiterativo.
Ahora, en redes sociales, en
carteles y en una serie de usos informáticos, se ha querido zanjar el asunto y
resolver la cuestión recurriendo a un expediente que no está exento de falta.
Es usar el símbolo arroba (@) para
indicar con este símbolo que uno se refiere tanto a los hombres cuanto a las
mujeres. Tal vez porque tiene una “a” y
luego viene un trazo que es prácticamente el trazo de la “o”. Y propone lo siguiente: por ejemplo cuando uno
quiere decir “los niños y niñas”, uno usa este símbolo y así no tiene que decir
dos veces, por ejemplo: “los niñ@s.”
Por supuesto, este uso tiene una
serie de inconvenientes. Ya que si uno
dice, el “Día del Niño” también uno quiere dar a entender que comprende el día
de la niña pero resulta que la forma contracta “del” sólo rige para el
masculino, sin embargo, no se hace el distingo.
Por lo tanto, ahí hay una incongruencia real y una falta: “Día del Niñ@”
Creo yo que por esta insistencia
de las feministas y por este afán no discriminatorio que me parece plausible,
todo esto y las modernas corrientes han llevado a que la corporación matritense
admita ya media docena de voces que siendo como son participios del presente o
participios activos se usaron siempre con la distinción simplemente dada por el
artículo determinado y antes se decía “el Presidente”, “la Presidente”, “el
sirviente”, “la sirviente”, como la Academia ha admitido una serie de voces de
este orden, entonces ahora se puede decir la forma femenina, y las formas que
se pueden decir ahora y que están en el Diccionario de la Academia son:
asistenta, comedianta, dependienta, figuranta, presidenta y sirvienta.
Claro que hay formas que no se
pueden poner en forma femenina, por ejemplo: cantante, sufriente,
escribiente. Pero quizás el uso imponga
la forma femenina más adelante.
Una más del “desorden” establecido
En el orden establecido existe la
tendencia a veces manifiesta de que no se sepan las cosas, entonces conviene
que la gente crea lo que quiere el establishment.
Hay intereses creados en cuya
virtud conviene que sea así. Hay una
serie de cosas que se conocen en relación a enfermedades o situaciones traumáticas
y que no se han difundido y que permanecen semi-ocultas, cuando ya hay suficientes
pruebas, cuando hay documentación y cuando hay una casuística importante. Por ejemplo: La gente ignora que hay una estrecha
relación entre la adicción por humo (el consumo del tabaco), esta una adicción
tenaz y persistente, y la vesícula biliar.
Se sabe desde hace mucho tiempo.
Porque ocurre que a todos a
quienes les ha sido extirpada la vesícula biliar, habiendo sido consumidores de
tabaco o de otras adicciones por humo dejaron de fumar, dejaron de ser adictos.
Yo fumaba desde los quince años. A así como insomne era fumadora
empedernida. Cuando tenía veintiocho años,
mi papá falleció de cáncer. Por esas
cosas del destino meses después tuvieron que operarme de la vesícula. Durante mi recuperación, el médico tratante
me indicó que no fumara. No sería muy
bueno para mi recuperación y terrible por mis antecedentes familiares, dado que
por línea paterna, todos mis familiares murieron de cáncer. Recuerdo que le dije a mi mamá: ”Ok, no fumo
más”. Y dejé de fumar. Ahora tengo cuarenta y tres años, y llevo
quince sin probar un cigarrillo.
Y así como este hay muchos casos,
pero nunca se han difundido porque no conviene.
¡Averígüelo Vargas¡*
*¡Averígüelo Vargas¡ Se utiliza para expresar algo difícil de explicar o
investigar. Hace alusión a don Francisco de Vargas, alcalde de corte de los
Reyes Católicos y hombre de gran eficacia. Cuando los monarcas requerían la
investigación de un suceso especial, recurrían al buen hacer de Vargas.
La "chui" del área
Durante una de mis madrugadas de insomne empedernida, estuve pensando qué podía significar la expresión que un día le escuché decir, en son de queja, a una amiga muy querida cuando solíamos trabajar juntas en un campamento minero hace muchos años: "soy la chui del área".
Sucedía que ella trabajaba en el àrea de seguridad y tenía como compañera a una chica oriunda de la zona y de mal genio. Y como jefa a otra, pero ésta, oriunda de Arequipa, quien era casi casi un nazi con nevada. Como era de esperarse, no tardaron en molestarla lo suficiente hasta el punto de hacerle la vida miserable.
Y bueno, se dieron los problemas de siempre "que porqué tengo que hacer éso yo, que por qué no lo hace ella, que ella se rasca las tetas, que no puedo ni respirar, que si se le cae el título, que si no se le cae el título, que si tiene corona, que le da flojera,...." etc. Recuerdo que éramos compañeras de cuarto y todas las noches nos "desmierdábamos" como dos chicas buenas, hablando de nuestras desgracias para demostrárnos que ambas éramos víctimas del destino... la diferencia era que yo amaba mi trabajo y ella no, y éso hacía más tolerable mi estadía.
En una de esas noches me dijo "qué se ha creído esa!!!, qué cree, que soy la "chui" del área???" Resulta que debía hacer trabajitos cojudos cuando habían cosas más importantes que hacer. Creo que al margen de sus reales funciones y de los "trabajitos-favorcitos", lo que le molestaba eran las formas. Las formas de pedir, las formas al tratar, las formas al hablar. Supongo que era una persona muy sensible. En mina tienes que ser fuerte. Ya de por sí es un medio tan hostil que si no sacas fuerzas de flaqueza, la mina termina por devorarte.
Tantos años han pasado desde aquello que me parece curioso recordarlo justo ahora. Si hace dos años alguien me hubiera preguntado si pensaba renunciar a mi trabajo habría pensado que estaba demente. Pero ahora qué distintas son las cosas. Al comienzo fue gratificante, porque a pesar de haber empezado como Recepcionista, me promovieron a Secretaria, y luego a Asistente.. con las debidas ponderaciones economicas.
Pero lamentablemente, resulté demasiado buena, me hicieron Ejecutiva y me cambiaron de área. Pude ver que el área crecía y crecía, y me sentí muy contenta. Hasta que un día llegó un facho con faldas que no dejó de hacer mi vida miserable. Y se fue todo a la mierda. Mi crecimiento profesional fue inversamente proporcional al crecimiento del área.
Haciendo a un lado las antipatías de rigor (prefiero darle la razón rápidamente antes que escucharla y por desgracia no puedo dejar de saludarla) es complicado trabajar para alguien así, creo que es falsa y que es la abanderada del dudoso arte de la zalamería, se contenta con ser algo así como la "colaboradora" lambiscona de la Gerencia General, creo que tiene diez risas distintas para cada posición en el organigrama, creo que le gusta humillar a sus subalternos, desprecia a los humildes y creo que disfruta haciéndolo.
Mi desgracia se completó cuando el gerente indicó que yo sería el "apoyo" del área... así me terminé de joder!!!.
Conclusión, resulté siendo la "chui" del área.
Mi querida Jessiquita, ahora te comprendo bien.
martes, 30 de julio de 2013
Mediocre
Después de un fin de semana
patriótico, me encuentro en casa, aterida de frío y pateando una gripe que me
quiere atrapar desde hace dos semanas.
Para mi mamá ya es un poco tarde, ya cayó, casi no se puede mover por el
malestar y un poco por los años que cada día hacen estragos en su salud.
Me sorprendo cuando pienso
en el invierno de Lima. Cómo puede encajar
tan bien con los tiempos que vivimos. Frío,
monótono, gris. Todos los diarios no hablan de otra cosa que del discurso del
Presidente. Que no dijo nada, que no
tuvo fuerza, que se le fue el tren, que no entusiasmó, que no dijo cómo, ni dónde,
ni cuándo.
Es que realmente esperábamos
algo diferente de un mediocre. Es que
realmente esperábamos algo distinto de un mandatario que sólo se rodea de
adulones y sobones. Es que realmente
esperábamos algo diferente de un Presidente que es opacado nada más y nada
menos que por su propia esposa? Realmente esperábamos otra cosa de “cosito”?
Yo no esperaba nada
nuevo. Sólo quería un mensaje corto, no de
tres horas como el del año pasado. Fue
un martirio. Como si leyera una enorme
lista de mercado, sumado a la pésima dicción, combinación perfecta para hacerle
sangrar los oídos a cualquiera medianamente letrado. Esta vez duró una hora. La lista fue más corta. Es cierto, nos dijo lo que ya sabemos: que
hay mucho por hacer. Pero luego dijo
algo que si no se hubiera tratado del Presidente de la República en el día de
la independencia, habría pensado que fue sacado del mejor “Monos y Monadas” de
los años 70 durante un “vuelo ácido” de aquellos: en seguridad ya se han hecho maravillas y vendrán muchas más. ¿Estaría
fumado el Presi?.
Creo que siguió
sin sintonizar con el país. Es curioso,
sólo sintonizaba cuando era candidato y el discurso era poco menos que
incendiario. Pero ahora, ya no se puede. Ya no es el candidato, ahora es el
Presidente. Todo cambió.
No se ha dado
cuenta el Presi que salir a la calle es casi casi un deporte de alto riesgo? Y que sacar un Smartphone en plena vía
pública es de suicidas? Y que no podemos usar un Kindle para leer en el bus o
en el metro, porque podríamos estar leyendo nuestras últimas oraciones? Que la confianza
que el ciudadano dé, depende de su seguridad? Que si una economía depende de la
inversión privada, una cifra alta de homicidios podría espantarla?
Pareciera que
el único mérito de este gobierno es haber puesto la economía en “piloto
automático”, evitando las locuras velasquistas que sumieron al país en el
basurero del cual nos está costando salir hasta ahora. Estamos en franca desaceleración y nadie hace
nada por remediarlo. La misma actitud,
la misma gente, sin ideas, sin hacer mucho, y conformándose con ello. Es la ley del mínimo esfuerzo. Es mediocre.
viernes, 26 de julio de 2013
Defensores y “defensores”
Estaba leyendo a los “indignados”
ortográficos del Twitter, cuando llegó a mi correo un artículo del Dr. Italo Isaac
Antinori Bolaños. En el que hace una
reflexión y una cronología de cómo se creó la Defensoría del Pueblo y cuál fue
su papel como Primer Defensor del Pueblo de Panamá y cómo se encuentra la misma
institución en estos momentos. Nada más
oportuno. Sólo cito unas cuantas frases.
Decía el Dr. Antinori: “Como
su titular actuaba con demasiada independencia del poder político y había que
castigarme. Muchas veces en esos
momentos difíciles me pregunté cuál era el verdadero papel de la institución,
defender al gobierno o defender al pueblo?
La respuesta íntima a esa pregunta le dio fuerzas a mi alma para seguir
adelante con el objetivo de crear la institución y vencer todos los obstáculos
que había en el camino, pues estaba convencido de que ningún camino en la vida
es fácil….”
Casi, casi una lección de integridad para los impresentables que
ocupan espacio en el hemiciclo de la Av. Abancay, que apenas leen de corrido, escasos hasta de vocabulario y que
viven de nuestros impuestos. Sabrán estas lagartijas que la integridad no está
sujeta a reglas ni repartijas. Y no diré
“salvo honrosas excepciones” como dicen los huachafos, porque aquellos que rompieron
filas junto con Cecilia Tait que son Wuilian
Monterola (sí, así se escribe), Marco Tulio Falconí, Norman Lewis y Mariano
Portugal, (mucho gusto yo soy Paola Mendoza, jamás en mi vida había escuchado a
estos últimos) en realidad vieron que no tendría ninguna oportunidad en el
partido político que representaban de cara a las elecciones presidenciales del
2016. Movidos más por el interés que por
los principios tomaron esta decisión. Y
lo que es peor, aquellos que votaron a favor de este pacto infame, le dieron
superioridad moral a un partido opositor, minoría de minorías y cuestionadísimo
nada más y nada menos que por ellos mismos!!!.
La Defensoría del Pueblo es una
institución destinada a servir a los más necesitados y a los que no tienen voz.
Por lo tanto, el titular de esta institución, debe tener una trayectoria
completamente independiente del poder político y así lo demostrarán sus
actuaciones; y deberá contar con vocación
y mística de servicio a favor de la justicia.
Habría que preguntarnos si la cuestionada señora que pretendían colocar,
cumplía con estos requisitos. Es muy
simple explicar lo que sucedió hace días.
Tal vez demasiado simple. Políticos
mentalmente opacos, decidieron capturar una institución que conocen demasiado
bien.
Si no hubiera sido por la calle,
en la Defensoría del Pueblo todo hubiera comenzado a manejarse mal. Los políticos le temen a la calle, porque para
ellos, la calle es terminar donde empezaron. Y para el que no tiene nada, la
política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con
bastante facilidad.
Ahora piensan que con pedir
perdón después de haberlos desenmascarado será suficiente. Es lo mismo que sucede cuando un ladrón ya no encuentra ocasión de robar: se cree un hombre honrado. Cada vez pensamos que no podemos caer más
bajo con estos mal llamados legisladores, pero siempre nos equivocamos, siempre
puede caerse más bajo.
Ignoramos quiénes serán los
elegidos. Sólo nos queda encomendarnos o
indignarnos. Pero sí hay una certeza
acerca de la próxima elección presidencial: será de terror.
miércoles, 5 de junio de 2013
El arte de mentir por Max Gheringer
Las personas exitosas nunca mienten, pero, de
vez en cuando, elaboran una versión más creativa de la verdad
_ La posibilidad de que la verdad salga a la luz es casi nula.
Decir siempre la verdad es bueno para la
reputación y peligroso para una carrera. Mentir es un arte, y la vida
profesional un campo fértil para su cultivo.
Primero florece una mentirita, que es
percibida y aceptada como una metáfora. Todo el mundo sabe que la frase “Se me
pinchó la llanta” no siempre quiere decir exactamente eso. Y, si “Fui a un
velorio” fuese siempre cierto, Brasil ya estaría despoblado. Estas son
mentiritas inocentes que evitan explicaciones muchas veces embarazosas y, casi
siempre, inútiles.
Después viene la mentira útil. Ella es usada
cuando decir la verdad no ayuda y puede atraparnos: “Bonita corbata jefe”, por
ejemplo. ¿Por qué no decir que aquellos diseños rojos sobre un fondo
amarillo-diarrea parecen amebas en celo? Cuando alguien me dice “Excelente memorando”,
yo me quedo aliviado porque sé que no existen memorandos excelentes: o son
prácticos o son confusos, nada más.
El siguiente nivel es el de la mentira
elaborada. Al contrario de sus antecesoras, esta tiene reglas:
_ La verdad es muy
complicada.
_ Nadie saldrá perjudicado._ La posibilidad de que la verdad salga a la luz es casi nula.
La aplicación práctica: en la frase “estuve
en Fortaleza investigando el mercado”, el tramo “Estuve en Fortaleza” es
cierto. Ahora, “investigando el mercado” puede hasta tener una verdad
comprobada por coartadas burocráticas como facturas, boletas, cuentas de hotel
y restaurantes, pero lo que fue realmente “investigado” queda solo entre él,
ella y las dunas.
Eso sí: la peor de todas las mentiras es
aquella que es descubierta. Hace unos meses, participé de un interrogatorio que
me hacía recordar la Santa Inquisición. El reo era un colega de hace años, un
benefactor que hacía donaciones generosas a nombre de la empresa.
Solo que la limosna era mucha y el santo desconfió.
El beneficiario de tanta caridad parecía ser el propio caritativo.
Mi colega era de aquellos que jamás olvida la
regla número uno del arte de mentir: “Niegue”. En su caso, ya era una negación
de la realidad. Faltaba poco para que él sea tragado por el sistema y se
reencarne en uno de esos currículos que vagan por ahí, pero le quedaba la
compostura de los caraduras. Hace una semana, él me llamó. Había conseguido
construir una historia brillante, que explicaba todo, sin dejar ninguna cosa
suelta y quería mi ayuda para esclarecer los hechos de una vez por todas. ¿Yo?
De repente, me puedo convertir en cómplice. Al final, la vida profesional es
una caña de pescar, y sé en cual de los dos extremos quiero estar.
Extraido de Revista G de Gestión
Máximas de Max, por Max GheringerLecciones de perfil por Max Gehringer
Lo que debe saber para acomodarse a los requerimientos
de conducta y actitud de la empresa
Algunas empresas tienen idiomas propios, conformados por palabras que identifican cosas comunes para cualquiera en la empresa, pero que se deben explicar a los amigos, quienes dirán: “¿Cómo? ¿Ustedes llaman portería al “welcome desk”? ¡Qué ridículo!”.
Me
siento con el deber de compartir lo que he aprendido sobre cómo acomodarse al
perfil que buscan algunas empresas. Primero, la parte más fácil:
VOCABULARIO
Algunas empresas tienen idiomas propios, conformados por palabras que identifican cosas comunes para cualquiera en la empresa, pero que se deben explicar a los amigos, quienes dirán: “¿Cómo? ¿Ustedes llaman portería al “welcome desk”? ¡Qué ridículo!”.
Usted
concuerda, pero considera que es su deber salir defendiendo a la empresa.
Calma, haga de cuenta que ella es solo otro país donde usted debe hablar con
una lengua extraña. Y, fuera de ella, no culpe a sus amigos que no tienen la
culpa de ser monóglotas.
PALABROTAS
Hay
empresas que no soportan las palabrotas, pero hay otras que las consideran una
manifestación de informalidad. En ese caso, relájese y aproveche. En lugar de
decir “Creo que va a llover”, diga “Qué (palabrota) pasa con este clima” o “Clima
de (palabrota)”. Y usted ganará respeto de la alta dirección que, de ahí en
adelante, pasará a referirse a usted como “Aquel (palabrota) lleno de
(palabrotas)”.
VESTUARIO
Ahí
no hay pierde. Se trata sólo de copiar el estilo de los gerentes, porque ellos
imitan el estilo de los directores que a su vez se visten igual que el
presidente.
Después,
viene la parte más difícil del perfil, el comportamiento.
Por
tanto, atención:
JERARQUÍA
Asuma,
sin restricciones, que cualquier persona con nivel jerárquico superior al suyo
es un genio infalible.
ACTITUD
En
cualquier situación fuera de rutina, pregunte antes de decidir. Es más,
pregunte si puede decidir. Mejor todavía, espere que su jefe le diga qué hacer.
Y después de hacerlo, si la decisión fue correcta, elogie a su jefe.
Y,
si no fue correcta, asuma la culpa.
IDEAS
Téngalas
sólo en último caso. Y nunca las llame “ideas”, porque esa palabra asusta.
Puede dar la impresión de que usted sabe pensar, lo que es siempre un riesgo
innecesario. Refiérase a ellas como “sugerencias”, tomando la precaución de no
presentarlas nunca a más de una persona, su jefe inmediato. Si su sugerencia
fuese buena, felicitaciones: él tomará posesión de ella. Y, si ella fuese
tremendamente buena, su jefe le dirá que lo mejor es olvidar el asunto “hasta nuevas
instrucciones”.
EQUIPO
Repita
siempre que usted es un jugador del equipo, que, por definición, es aquel
sujeto siempre dispuesto a absorber una parte de la culpa cuando las cosas
salen mal. Y, cuando su jefe lo convoque a una reunión y diga “recuerden que
todos somos aquí un equipo”, tenga por seguro que él se equivocó y está
necesitando cómplices. Sea el primero en levantar la mano y proponerse como
cómplice.
COMUNICACIÓN
VERBAL
Elogie
todo. La empresa está estudiando la posibilidad de algún día, quien sabe cuando
crear un servicio de atención al consumidor. Con los ojos casi desorbitados,
diga para que las paredes oigan (y ellas siempre oyen maravillosamente bien): “¡Qué
idea futurista! ¿Cómo es que ninguna otra compañía lo pensó hasta ahora?”.
Extraido de Revista G de Gestión
Máximas de Max, por Max Gehringer
Extraido de Revista G de Gestión
Máximas de Max, por Max Gehringer
El valor de discrepar por Rafael Hernández
Cuando exponemos un argumento y es
recibido con un entusiasta: “Sí, tienes razón”, “Totalmente de acuerdo”, “Estamos
100% alineados” es como música para nuestros oídos. Nos fascina. Aunque
lamentablemente es una melodía que será muy buena para el ego, pero muy mala
para forzar los límites de nuestra creatividad.
Antes de seguir, una aclaración: si
alguien ofrece un planeamiento válido, no hay nada malo en reconocerlo, siempre
y cuando hayamos pasado la propuesta por un tamiz crítico y llegado a la
conclusión de que era acertada. El problema surge cuando por flojera, ganas de
evitar conflicto o porque la persona “suele tener la razón, así que esta vez
también la tiene”, optamos por concordar casi piloto automático. En ese
instante, unos empiezan a olvidar el hábito de cuestionar y otros, la costumbre
de recibir críticas. Y ese círculo vicioso se multiplica por diez cuando un superior
jerárquico está involucrado; allí la tentación de no contratar al jefe induce a
su entorno a convertirse en cacareantes ayayeros.
Esto, que puede sonar ofensivo, en
realidad es perfectamente natural. Los humanos somos seres sociales, nos
sentimos cómodos y seguros perteneciendo a un grupo, por lo que privilegiamos
su estabilidad a toda costa. Conformamos ese colectivos asociándolos con
nuestros pares y semejantes. Lo hacíamos en la prehistoria y hoy lo hacemos.
Basta con recordar que criterios empleamos al formar equipos, sean para
trabajos grupales o cuando hay olimpiadas de oficina.
Cuán tremendamente arraigado estará este
paradigma que si imaginamos la dupla perfecta, lo primero que se nos viene a la
cabeza son unas ‘mentes gemelas’. Ya saben: “Conoce exactamente lo que pienso,
me entiende con una sola mirada, estamos sintonizados y sincronizados, por eso
trabajamos tan bien”.
O sea que ¿Cuándo dos personas piensan distinto trabajan mal? Veamos: en su muy difundida charla en los TED, Margaret Heffernan –escritora sobre temas de liderazgo, empresa e innovación- cuenta la historia de Alice Stewart, la epistemóloga gracias a la cual no sacamos radiografía a mujeres embarazadas.
Corrían los años cincuenta, y la
sabiduría médica convencional decía que los rayos X eran inofensivos para la
madre y el feto. Pero Alice Stewart empezaba a recolectar evidencia que
indicaba lo contrario. Durante 25 años luchó por convencer al establishment médico de su teoría. 25 años oyéndolos decir que estaba errada. Esto,
lejos de desanimarla, la impuso a proseguir sus investigaciones hasta que por
fin logró establecer que estaba en lo correcto.
¿Su secreto? Trabajaba con una dupla que
en lugar de reafirmarla hacía lo indecible por refutarla. El nombre de esta
prueba de tortura andante era George Kneale. Alguien tan
enloquecedoramente minucioso que no había forma de que Stewart se le escapara
ningún cabo suelto. Haber superado, una y otra y otra vez, esos miles de peros
le permitió no simplemente creer que estaba en lo cierto, sino saberlo.
Ahora volvamos al presente y
preguntémonos ¿Cuántos estaríamos dispuestos a trabajar con un socio que
parezca una a trabajar con un socio que parezca una piedra en el zapato?
Imagino que pocos, pues la mayoría prefiere esa idílica zona de confort donde
los individuos se dividen en dos: los que tienen las soluciones y los que
aplauden. Un statu quo sin duda cómodo y armónico, pero poco
productivo.
La creatividad nace del conflicto, de mezclar elementos que no tienen nada que ver uno con el otro, de retarse y negarse a aceptar soluciones convencionales. La antigua regla del brainstorming que prohibía decir ‘No’ ha caído en desuso justamente por que alimentaba la complacencia.
Como ocurre con tantas cosas, es más
fácil decirlo que hacerlo. Algunos no saben decir que no. Otros saben hacerlo
pero por las razones equivocadas, para aparentar una exigencia que en realidad
es pura estrechez mental. Y del otro extremo, no todos tienen la humildad y la apertura
para aceptar la disección de sus propuestas. A todos ellos debemos decirles lo
sentimos pero ¡NO!
Discrepar requiere valor y genera valor.
Lo requiere valor y genera valor.
Lo requiere porque no cualquiera se atreve a plantearse ante alguien a quien el resto sigue a ojos cerrados. Y lo genera porque estimula la aparición de ideas disruptoras y, sobretodo, inexpugnables.
domingo, 23 de diciembre de 2012
Megatendencias
23-12-2012
Fuente: Internet
"Son la proyección de las tendencias de hoy hacia el futuro. Sus
características abarcan todos los aspectos de la vida; cultural, político, económico,
etc., tanto positivos cuanto negativos.
En política económica, existirá poca burocracia, la sociedad exigirá
sueldos justos para los funcionarios del estado y menos inversión en partidos
políticos. Se dará el surgimiento de candidatos ciudadanos y la mujer
tendrá un papel preponderante. Asimismo, se firmarán acuerdos
multilaterales.
La educación cambiará, se creará la educación a distancia y el campus
tradicional se convertirá en virtual. Existirán mayores facilidades
para acceder a la educación. Se dará paso al CV por competencias y
existirá más oferta de mano de obra calificada.
En la cultura, existirán bloques de países con aspectos culturales
comunes.
En la tecnología, se acortarán más las distancias, ahorrando costos,
continuará la creación de alianzas estratégicas, holdings económicos y las
empresas se harán más pequeñas con la contratación de servicios de outsourcing.
En la sociedad, se eliminarán las fronteras (de ideas, normas, culturas,
valores), y el perfil de las grandes capitales del norte será multi-etnico,
multi-cultural y cosmopolita.
Por otro lado, se manifiestan también muchos aspectos negativos y
contradicciones.
Como el hecho que debido al cambio en la educación, se manifiesta una
preocupación en cómo mantener la cultura nacional y los valores que sustentan
la convivencia entre las personas y habrá una pérdida de valores. Sin
embargo, la tecnología también nos está haciendo seres más comunitarios y más
sociables.
El autor manifiesta también la estratificación acelerada de los
segmentos sociales, más pobres y menos ricos; sin tomar en cuenta que la nueva
fuente de poder no será el dinero en manos de unos cuantos, sino la información
en manos de muchos y la educación que llegará a todos los estratos de la sociedad,
será un factor de desarrollo a largo plazo.
Se cree que se eliminarán las fronteras culturales, pero éstas seguirán
existiendo sobretodo en el mundo musulmán que han defendido su cultura a lo
largo de los siglos. Del mismo modo, las preocupaciones por la seguridad
se mantendrán como consecuencia del temor a terrorismo.
Los núcleos familiares se desintegrarán debido al nuevo papel que la
mujer adoptará. Pero eso mismo sucedió en los países del norte hace
varias décadas atrás y siempre tuvieron núcleos familiares, si bien es cierto,
diferentes a los de los países del sur, pero éstos aún se mantienen y mucho más
con la influencia de los inmigrantes de ascendencia latina.
Es importante tener en cuenta que la manera más confiable de anticipar
el futuro es comprendiendo el presente."
lunes, 1 de octubre de 2012
10 malos hábitos que debes evitar al usar tu smartphone
Empezamos la columna de esta semana con una hermosa cita de Anais Nin (que nos mostró el sitio Brainpickings).
Léela despacio porque es muy buena.
“El secreto de una vida plena es vivir y relacionarse con otros como si no hubiera mañana, como si uno no estuviera vivo mañana… Esta idea me ha hecho más y más atenta a los encuentros, reuniones, presentaciones, que pueden contener la semilla de la profundidad que puede ser pasada por alto”.
“Este sentimiento se ha vuelto cada día menos frecuente ahora que hemos alcanzado un ritmo más acelerado y superficial, ahora que creemos que estamos en contacto con una mayor cantidad de personas y de países. Esta es la ilusión que puede hacernos creer que estamos en contacto de manera profunda con las personas a nuestro lado. Es una época peligrosa en que voces mecánicas, radios y teléfonos reemplazan a los humanos, y el concepto de estar en contacto con millones aumenta la pobreza en la intimidad y la visión humana”.
Nin escribió esas palabras en 1946, pero habría podido escribirlas hoy. Ella empieza con una frase del tipo que sólo se vive una vez y termina con una reflexión que parece contemporánea de lo terrible en que nos hemos convertido ahora que tenemos el poder de tener el contacto con millones de personas al alcance de la mano.
Sí, estamos hablando de lo molestos y groseros y antisociales que nos hemos convertido con nuestros smartphones y tabletas.
Estas son las diez cosas que uno no podía hacer antes que el internet llegara a los teléfonos móviles y que ahora hacemos todo el tiempo, para nuestra vergüenza. Por favor no hagas esto:
1. Escribir mensajes de texto, tuitear, enviar fotos por Instagram, etc., estando borracho.
Ya son lejanos los días en que los únicos testigos de tus locuras alcohólicas eran tus compañeros de bar que te veían caer al suelo. Ya sea que puedas mantener la buena ortografía y sintaxis (confesando lo inconfesable) o que tus habilidades para escribir decaigan con rapidez, el alcohol y los celulares no van bien juntos.
2. Perder el tiempo con tu teléfono al tener un rato libre.
Como lo escribe la autora Austin Kleon en su libro Roba como un artista, necesitamos un tiempo no planeado para fomentar la creatividad, un tiempo en que pasamos el rato y dejamos que nuestros pensamientos inconexos se conviertan en ideas geniales.
Pero si cada rato libre que tienes (mientras esperas en un semáforo en rojo, mientras haces fila en un restaurante, mientras vas por un elevador) lo vuelves en una excusa para revisar Instagram, simplemente no tendrás esas ideas artísticas (y no, Draw Something no cuenta).
3. Quejarse de manera pasivo-agresiva para que todo el mundo vea.
Todos tenemos nuestras propias versiones de los llamados ‘problemas del primer mundo’, que son quejas frustradas con las injusticias menores de un mundo cruel. Eso es una realidad desde el principio de los tiempos. Pero ahora tenemos una infinidad de medios por donde expresarlos.
A nadie le importan tus recriminaciones contra tu ex o contra tu vecino o contra tu jefe, ¿está bien?
4. Tenerle miedo a usar, de hecho, el teléfono para llamar.
Los teléfonos celulares y las tabletas han facilitado mucho la comunicación sin usar los buzones de voz. Esto es malo para las relaciones por muchas razones. Anais Nin simplemente lo odiaría. Simplemente marca y disfruta del placer de una conversación entre dos humanos.
5. Perderte el concierto de tu grupo favorito porque estás muy ocupado tomando fotos malas.
Tu tío rockero tenía razón: los conciertos sí eran mejor antes, no necesariamente por la música sino porque el público de hecho pagó por prestar atención a los músicos y para cantar y bailar sus canciones en vez de estar sosteniendo sus teléfonos en el aire demorarse 30 segundos tratando de encontrar el botón de obturación en la pantalla.
6. Enviar fotos comprometedoras.
El ritual de enviarse fotos lascivas solía ser una cuestión complicada que implicaba Polaroids y encuentras furtivos. Ahora, las personas sólo tienen que desnudarse, tomar la foto y enviarla. Analiza eso, Anais Nin.
7. Hacer de tus amigos tus nuevos enemigos grabando videos de ellos.
Las videocámaras ahora están en aparatos pequeños y discretos en los que puedes revisar tu correo electrónico. Esto es una noticia potencialmente mala para aquellos con los que sales de fiesta, pues tienes en tus manos un dispositivo de grabación que puede humillarlos para siempre.
Establece unas reglas y usa tu cámara con juicio, para que no terminen humillando a un amigo con un video de su mal vocabulario o sus opiniones políticamente incorrectas.
8. Dejar que tu ira sea conocida por todo el mundo.
Los humanos siempre han hecho cosas estúpidas cuando están fuera de quicio. Ahora, esas explosiones de ira las puede ver todo el mundo. Toma un respiro y deja tu smartphone a un lado si tienes rabia.
9. Escribir mensajes de texto mientras caminas.
Rara vez uno puede hacer esas dos acciones al tiempo con éxito. Por urgente que sea, puede esperar unos minutos. O tú podrías, de hecho, llamar a esa persona a la que le quieres escribir con tanta urgencia (mira el error No. 4)
10. Usar tu teléfono en el baño.
No. Simplemente no lo hagas.
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