Artículo extraído de Fast Company. Traducción no oficial
Kim Scott tenía algo que hacer ese día. Iba a fijar el precio de su
producto. Era el año 2000, ella era la fundadora y Gerente
General de Juice Software, y había ocupado toda su mañana tomar esa decisión.
En el momento en que puso un pie fuera del
elevador, se reunió con cada trabajador que quería o necesitaba hablar con ella
– uno sobre temas de salud, otro sobre lo bien que le estaba yendo a su hijo en
el colegio, otro sobre la desintegración de su matrimonio. Los consoló, se alegró con ellos, y escuchó
con atención a cada uno. Sin
embargo, nunca fijó el precio del producto.
“Por un momento pensé, que es aquí donde los idiotas realmente tienen
la ventaja”, cuenta Scott. “Pero, eso
tampoco es correcto. Los buenos gerentes
sí se preocupan.”
Este es sólo uno de los muchos consejos que Scott
descubrió durante los últimos 20 años, y que ha llevado consigo a través de sus
roles de liderazgo en una de las más grandes y prestigiosas empresas de
tecnología en el mundo. Recientemente, asesoró
a Dropbox y Twitter. En la cumbre First
Round´s CEO, compartió lo que ella cree ser la más importante lección de
Gestión que ha aprendido
QUE SIGNIFICA QUE TE PREOCUPAS
“Lo más sorprendente sobre convertirse en Gerente
es toda la presión por la que tienes que preocuparte.” Dice Scott – y no se
refiere a tener mucho trabajo, se refiere a preocuparse por la gente. “Me
entusiasmó el producto y la oportunidad (en Juice), pero además estaba
entusiasmada por conformar un grupo de gente, quienes realmente se interesaban
por sus compañeros y a quienes les encantara trabajar en equipo.”
La mañana en la que su mente se desvió del tema de
fijar precios no fue una excepción.
Hallar el tiempo para enfocarse en “el trabajo” sin ser interrumpido fue
una constante lucha. Hasta llamó a su
Gerente de Gestión en aquel tiempo y le preguntó, “Mi trabajo se trata de
elaborar un buen producto o sólo soy un diván de psiquiatra?” Obtuvo su respuesta cuando su coach
literalmente la gritó y le dijo: “SE LLAMA GESTION Y SÍ ES TU TRABAJO!!!”
“Estas palabras siempre suenan en mis oídos, cada vez que estoy tentada a dejar
de preocuparme.” Dice Scott.
GESTION ES UNA COSA MUY, MUY
PERSONAL
“Tienes que ser un ser humano. Algunas personas creen que preocuparse por
los demás es un “rasgo” de la personalidad – pero es algo que puede ser enseñado
y aprendido. Especialmente cuando
contratas muchos graduados, estas personas son talentosas y se desarrollan
rápido en sus especialidades. Necesitas
tomarte un tiempo para enseñarles.”
Una buena gestión se trata de profundas relaciones
interpresonales, las cuales se tornan difíciles de aceptar cuando se está en un
rápido proceso de desarrollo profesional.
Como dice Scott, la lección más difícil acerca de preocuparse en la
Gestión puede ser que no se complique y escale.
Y eso está Ok.
Las Tácticas
“La táctica más simple sobre preocuparse es obligar
a tus gerentes para que conversen sobre las carreras de su gente,” dice. “Esto no se trata de labrarse su camino hacia
una promoción, se trata de llegar a conocerlos como seres humanos.” Y en realidad son dos conversaciones:
Su pasado.
Qué cambios han hecho en el tiempo? Toma su historia tal y como te la contaron y
extrae sus valores más profundos, qué los motiva, qué realmente les
interesa?, escribe tres o cinco
aprendizajes y luego verifícalos con la persona: “Y qué si te estoy escuchando decir que lo
que más te importa es la libertad – libertad de tiempo, no la libertad que el
dinero da. Estoy en lo correcto?” Asegúrate que los entiendes, recomienda
Scott.
Su futuro.
“Pregúntales: Cuáles son las tres o cinco cosas que
en verdad quisieran ser? Nadie sabe lo
que quiere ser – pero probablemente tengan tres o cuatro imagenes
contradictorias de lo que realmente quieren hacer en la vida. Ponlas sobre la mesa, y anima a la persona a
ser honesta. Diviértanse hablando de
ello.
“Una persona me contó que lo que realmente quería
hacer era tener un rancho”, cuenta Scott.
“Otra quería pasar ocho horas al día montando bicicleta. Puede que nunca sepas esas cosas sobre tu
gente a menos que lo preguntes. Y si
preguntas, puedes imaginarte sus objetivos y valores – libertad, trabajo duro,
aprdendizaje, lo que sea – puedes conectarte con el trabajo que quieres que
hagan durante los proximos 18 meses.
EMPATIA CRUEL
“Hay una anécdota rusa sobre un hombre que amaba a
su perro tanto que cuando el veterinario le dijo que necesitaba cortarle la
cola a su perro, el no pudo hacerlo en una sola oportunidad, así que lo hizo de
pulgada en pulgada. No sean esa clase de
Gerentes.”
No dejar las cosas claras, no dar retroalimentación
tiene de alguna manera el mismo efecto – aunque un poco menos violento. Terminas hiriendo más a la persona que recibe
la retroalimentación, aunque solo estés haciendo lo que tus padres te enseñaron
sobre lo que hacen las personas empaticas: si no tienes nada bueno que decir,
quédate callado.
Es aquí donde Scott dice ver gerentes cometer los
mayors errores. “Nadie quiere ser poco
claro en su feedback, pero de alguna manera a lo largo del tiempo las cosas
cambian. Te molesta herir a los
sentimientos de la gente así que te reprimes.
Entonces, cuando ellos no mejoran porque no les has dicho que han hecho
algo malo, terminas despidiéndolos.
Después de todo, eso no es muy agradable…
Para darle a la gente la retroalimentación que
necesitan para mejorar, puedes preocuparte en saber si les caes bien o no. “Dar
retroalimentación es muy emocional. A
veces llegas a gritar, a llorar. Son
conversaciones muy difíciles.”
Scott divide el dar retroalimentación en cuatro
cuadrantes. En el eje horizontal se
aprecia lo que no es claro hasta la retroalimentación clara, y en el eje
vertical se observa el espectro de emociones anticipadas desde feliz a
infeliz. Cuanto más suave es el
feddback, menos claro será. Ese es el
cuadrante de la cruel empatía. Donde se
quiere estar es en la cima derecha de la claridad, aun si son malas noticias.
“Cuando eres duro con alguien que realmente te
escucha, estás construyendo confianza perdurable,” dice ella. “Van a reaccionar emocionalmente. Todo lo que puedes hacer es reaccionar
empaticamente. No trates de evitar o
controlar los sentimientos de alguien.
Las Tácticas
Sólo dilo.
“Muchos gerentes de gestión te confunden
tratando de decir las cosas correctas.
Sólo déjalo ir. Sólo di lo que
tengas que decir. Probablemente sea un
tema delicado. Entonces, dilo en privado
pero dilo de manera directa. Las críticas
tienen media vida. Cuanto más tiempo
esperes, peor se pone la situación.”
No escatimes elogios.
Los gerentes piensan que un elogio es más fácil que
una crítica, pero puede salir peor. “Si te equivocas en elogiar a alguien; si
no conoces bien los detalles; si no eres sincero; en realidad es peor para el
otro, en lugar de quedarte callado.
Elogia en público, pero sólo si sabes que estás
absolutamente en lo correcto y si en realidad lo sientes. De otro modo, la gente verá a través de ti.”
Como gerente, es muy importante que obtengas
“feedback”. Pero no es tan fácil como
suena. Muchos gerentes simplemente
olvidan preguntar. Y muy poca gente
deseará u ofrecerá verdadera y confiable retroalimentación a sus gerentes. Scott tiene algunas recomendaciones para esto
también:
Reserve un especial “one-on-one” cada trimestre con
sus reportes
correspondientes.
Adviérteles que esta es la reunión en la que darán retroalimentación.
Luego, hazles sencillo que empiecen la conversación. Pregúntales: "¿Qué
puedo hacer? ¿Qué debo dejar de hacer? ¿Qué debo seguir haciendo? "Sea lo
que sea, se debe llegar a una fórmula que haga más sencillo poner la bola en
juego.
Acepta el malestar.
Para conseguir que la gente se abra, tienes que
hacerlos sentir incómodos, de lo contrario van a decir que lo estás haciendo
muy bien y van a tratar de pasar la página. "Sólo trata de sentarte ahí en
silencio. Encuentra una manera de hacer imposible que la gente evite decirte lo
que realmente piensa, porque si ven que tienen la mínima oportunidad de no
decirte lo que estás haciendo mal, lo van
Recompensa la sinceridad.
"Si alguien que trabaja para ti encuentra
el coraje de decirte lo que realmente piensa, reconócelo." Scott una vez recibió una queja sobre sus
constantes interrupciones en uno de sus informes durante las reuniones. Ella
sabía que esto era cierto, pero también sabía que no era algo que pudiera cambiar
de un día para el otro - desde que era una niña, siempre le habían dicho que interrumpía
a las personas constantemente. "Yo quería que él se diera cuenta de que yo no estaba
ignorando su retroalimentación, así que empecé a usar una banda elástica alrededor
de la muñeca y me dijo: ´Cada vez que te interrumpo, tiras de la banda de
goma!!!´. Tuvimos el tipo de relación donde podíamos decirnos las cosas de
frente y eso ayudó. A pesar que no dejé
de interrumpir de inmediato él siempre supo que lo escucharía, que me
preocuparía y que estaría dispuesta a tomar acción.”
DA UN NORTE
"Lo más importante que he
aprendido acerca de dar un norte es que lo haces con los oídos y con la
boca", dice Scott. "El error más grande que he hecho y que he visto
hacer a otros gerentes es entrar a una reunión con el equipo y decir: 'Esto es
lo que vamos a hacer en este trimestre o este año", y la gente pareciera
decir: 'No, eso no es lo que deberíamos estar haciendo.´ Resulta que no hemos
escuchado lo que la gente quiere y cree que deberíamos hacer".
Así que primero, tienes que escuchar.
Luego, tienes que decidir. Para asegurarte que la
voz de todos es escuchada, necesitas un ciclo de discusión y aclaración. "Discute
y aclarar, discute y aclarar", dice Scott. "Esto puede parecer
tedioso, aburrido y burocrático, pero tienes que pasar por esta etapa para llegar
a la decisión correcta. Enseñe esto a su equipo de administradores para que en una
reunión nunca digan: "Esto es lo que
estamos haciendo", sin haber pasado por todo el proceso previamente.".
A continuación, tienes que comunicar. "Pero no pases demasiado tiempo en la comunicación porque si eres un gran comunicador, la gente comenzará a decir donde no están de acuerdo, y es el momento para empezar a escuchar de nuevo."
Las tácticas
La reunión de la gran decisión. Scott creó esto después
de reconocer toda la angustia en torno a sus reuniones de personal. Todo el
mundo quería ser incluido porque sentían que las grandes decisiones se tomaban
ahí, pero esto casi nunca era el caso. "Toma menos decisiones en su reunión
de personal y crea una segunda reunión exclusivamente para tratar las decisiones
importantes", dice. "Delega estas decisiones a las personas que están
más cerca de la información."
Considera utilizar a su personal de reuniones para
establecer la agenda de las grandes decisiones. Identificar las tres decisiones
más importantes que deben realizarse esa semana, y quién debería tomarlas. ¿Quién
es el más cercano con el trabajo que se necesita realizar? "Así es como presionas la toma de
decisiones basada en los hechos", manifiesta.
Citando el libro de James March, “A Primer on Decision Making”, recomienda que los
administradores se excluyan a sí mismos de la toma de las grandes decisiones
tanto como sea posible. "De alguna manera el ego de la gente reviste la
toma de decisiones", dice Scott. "Si ellos quedan fuera, percibirán
casi una pérdida de personalidad. Así
que se podrán tomar decisiones basadas en hechos más que en el ego. Cuanto más se
esfuercen, tú y tus gerentes, en estar
fuera del proceso, mejores serán tus decisiones."
Por sobre todo, no dejes que las decisiones sean
derivadas hacia arriba, es decir un nivel superior. “Muchas veces las
decisiones son “pateadas” al nivel superior, y así son hechas por personas que
se pasan el tiempo sentadas alrededor de una mesa, y no por las personas que
conocen los hechos. No dejes que esto suceda".
En las reuniones utilice informes para orientarlos en
la dirección de la empresa. En el “one-on-one”, deje que sus empleados establezcan
la agenda. "No dejes que sea sólo una actualización – si sólo es eso, te
la podrían enviar por email. En lugar de ello, pregunta y luego escucha: ¿Qué
es lo que quieren que se haga? ¿Qué no están haciendo? ¿Cómo se sienten con
relación a lo que se debe estar haciendo? "
Todas las semanas, dedica una hora entera para cada
informe. No tienes que utilizar todo el tiempo, pero deberían saber que estás
ahí para lo que ellos necesitan o desean.
Trata de tener la reunión en un refrigerio o en un ambiente más
informal. "Es por eso que es importante limitar los informes de cinco a
siete por gerente. Este tipo de tiempo y atención no cuestan.", dice
Scott.
SI VAS A SER UN BUEN GERENTE,
TIENES QUE TENER DEMASIADOS REPORTES
Fuera del “one-on-one”, establece una reunión
trimestral sin ninguna agenda con cada persona a tu cargo, recomienda. “Da una caminata o toma un trago. Sólo habla de la vida. Así es como conocerás las cosas importantes.”
ADAPTA TU LIDERAZGO
En el libro The Fountainhead, hay dos personajes: El
arquitecto que está destinado a cambiar el aspecto de la ciudad, y su mejor
amigo, el electricista – el héroe anónimo que le da vida a la ciudad. Para
Scott, ellos representan los dos tipos de trabajadores de alto rendimiento:
gente con una trayectoria de crecimiento fuerte y gente con una trayectoria de
crecimiento más gradual.
“En demasiadas compañías, personas con una
trayectoria de crecimiento gradual son tratadas como ciudadanos de segunda
clase. Éste es un error,” manifestó.
Gente con una trayectoria de crecimiento fuerte
necesita ser gerenciada en una forma muy particular. “Necesitas asegurarte de presionarlos para que
acepten nuevos retos. Y de definir su trayectoria
directo a la promoción. Haz de ellos tus
compañeros de pensamiento.
No los ignores sólo porque son independientes. Y tampoco los ignores con el espíritu de querer
microgestionarlos.” Al mismo tiempo,
estos empleados pueden ser de alto rendimiento.
Desafortunadamente ellos no suelen quedarse en un lugar por mucho
tiempo.
“Las personas con una trayectoria de crecimiento
gradual, son las únicas que se mantendrán en un puesto por un buen tiempo,”
dice Scott. “Tienes que recompensarlos
por el gran trabajo que hacen, porque muy a menudo cuando se van, lo hacen sin
haber obtenido ningún reconocimiento.”
Las tácticas
Da una excelente calificación a todo aquel que se
desenvuelve excepcionalmente.
Incluso en algunas de las mejores compañías, las
personas que tienen habilidades valiosas, pero que no son de las que "se
llevarán el mundo por delante”, serán a menudo calificadas como cumplidoras de
expectativas, porque los gerentes reservan las altas calificaciones para las
personas que van a promover. Esto crea una cultura de promoción-obsesión poco
saludable.
Coloque los logros de crecimiento gradual en
posiciones donde puedan capacitar a otro.
Capitalice su posición, su rigor y su dedicación a
la empresa. Serán sus mejores maestros, y es una manera de ponerlos en el
escenario, incluso cuando se apartan de la atención. "No los promueva",
aconseja Scott. "Si no quieren ser promovidos y los haces gerentes,
destruirás un activo”
No ignores el punto medio.
Muy pocas personas son realmente mediocres.
"Si alguien ha estado en su puesto por más de dos años y apenas cumplió
con las expectativas en todo este tiempo, es el momento de hacerse la pregunta
difícil: si no estuviera allí podrías contratar a alguien con más
probabilidades de sobresalir?
Evaluar habilidades de trabajadores con bajo
rendimiento.
Si alguien no está haciendo bien su papel, pero tiene
talento, es el momento de mirarte a tí mismo en el espejo: ¿Has puesto a esta
persona en el papel equivocado? ¿Tu estilo de gestión ha hecho un mal ajuste a
la persona? ¿La experiencia personal del trabajador es un problema personal
temporal?
Tomas las decisiones difíciles.
Si alguien es verdaderamente malo en su trabajo y además,
no será probable que mejore - esto es clave – tienes que despedirlo. "No
lo pospongas. Todo lo que va a suceder si lo pospones, será incomodar y
aburrir a tus mejores empleados.", dice Scott. "Puede parecer duro,
pero también es duro dejar a tus mejores trabajadores soportar la carga de bajo
rendimiento."
Exija a todos sus directivos tomar 15 minutos para
encajar sus reportes en una de las cinco casillas de la matriz anterior. Pídeles
que, literalmente, escriban los nombres en los cuadrantes, y que hagan esto una
vez al año. Instando a las autoridades a la acción sobre los resultados.
"Asegúrate que lo estás haciendo bien con cada
persona en cada cuadrante", dice Scott.
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