EFE – Madrid - Viernes, 14 de marzo, 2014 - 08h05
La nueva
edición del Diccionario de la Real Academia Española ha entrado ya en su recta
final. La RAE ha entregado este viernes el original de esta gran obra de
referencia que se publicará en octubre y que contendrá miles de novedades,
entre ellas términos como "bótox", "cameo",
"dron", "pilates" y "precuela".
Estas son
algunas de las palabras cuya inclusión se ha ido aprobando en los últimos meses
y que todavía no figuran en la versión digital del diccionario, que recibe un
promedio de más de 40 millones de consultas al mes.
Tampoco
están en ella, pero sí lo estarán en la edición en papel que publique Espasa
para todo el ámbito hispánico, voces nuevas como "audioguía",
"cortoplacista", "hipervínculo",
"medicalización", "naturópata" y "serendipia".
También
figurarán en la XXIII edición palabras que la Academia ya ha anunciado que se
incluirían, como mileurista, y otras tan comunes en estos tiempos como tuit,
tuitear y red social.
Estas
novedades se suman a las más de 22.000 modificaciones (entre nuevos artículos,
enmiendas y supresiones) acordadas por las Academias de la Lengua Española
desde que se publicó la anterior edición en 2001 y que se pueden consultar en
la versión digital del DRAE.
La última
tanda de enmiendas se incorporó a la red en junio de 2012 y entre ellas
destaca, por su hondo calado social, el matrimonio homosexual, pero también hay
otras dignas de mención como bloguero, chat, friki, espanglish, SMS y tableta
electrónica.
La edición
que se publicará en octubre, como broche del tercer centenario de la RAE,
tendrá 2.400 páginas y su tamaño será un poco más reducido que la de 2001.
Habrá unas 93.000 entradas, cinco mil más que en la anterior.
"Es
una edición renovada en todos los aspectos", le dice a EFE José Manuel
Blecua, director de la Academia. La XXIII edición del Diccionario "es el
final de un proceso que comenzó en 1726 y que cada día se sigue
construyendo".
Se ha
armonizado con las demás obras académicas y se han revisado los americanismos,
una labor en la que han intervenido de forma especial las Academias de América,
señala el director.
Los
hispanoamericanos se encontrarán con muchas novedades, como
"identikit", definida como "retrato robot" y utilizada en
países como Argentina, Bolivia, Ecuador y Perú. Y "jonrón" (del
inglés "home run"), un término muy conocido por los aficionados al
béisbol.
El
Diccionario se ha revisado "en muchos aspectos que tal vez el público no
siempre perciba, como los lexicográficos", afirma Pedro lvarez de Miranda,
director académico de esta obra. Y hay "una presentación más clara de los
distintos bloques".
"Se
va a notar el trabajo de estos trece años. Se ha hecho una profunda revisión y
se ha buscado un acomodo a la sensibilidad de la época", asegura el
secretario de la RAE, Darío Villanueva.
Y si a
veces resultan anacrónicas las definiciones es porque el Diccionario del siglo
XXI es "tataranieto del de Autoridades, la gran obra por la que Academia
fue creada hace ahora trescientos años", añade el secretario.
Habrá que
esperar a octubre para conocer a fondo las novedades incorporadas al
Diccionario, pero a los aficionados al "bótox" les gustará saber que
esa "toxina bacteriana utilizada en cirugía estética" (así se define)
ya ha sido admitida por la RAE.
Igual
sucede con la útil "audioguía" o "dispositivo electrónico
portátil de uso individual que, a través de grabaciones, proporciona
información en la visita a una exposición, paseos turísticos"; o con el
"cameo", esas intervenciones breves de "un personaje célebre,
actor o no, en una película o una serie de televisión".
Al que
persigue resultados a corto plazo se le llama "cortoplacista" que,
junto con "cortoplacismo", entran en el DRAE. Y las aeronaves no
tripuladas o "drones" de los que tanto se habla hoy en día aterrizan
también en ese "auténtico monumento cultural" que es el Diccionario,
como le gusta decir a Darío Villanueva.
Al campo
de la informática pertenece otra de las novedades: "hipervínculo" o
enlace. Y al de la medicina corresponden "medicalizar", definida en
una de sus acepciones como "dar carácter médico a algo (la medicalización
del parto)", y el "naturópata" o especialista en
"naturopatía", es decir, "método curativo de enfermedades
humanas mediante el uso de productos naturales".
El método
gimnástico de "pilates", que divulgó el especialista alemán J. H.
Pilates, se abre hueco en el Diccionario, al igual que lo hace
"precuela", esa "obra literaria o cinematográfica que cuenta
hechos que preceden a los de otra obra ya existente".
Del inglés
"serendipity" se adapta al español "serendipia", es decir,
ese "hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual" y
que se ilustra con el siguiente ejemplo: "el descubrimiento de la
penicilina fue una serendipia".
También
figurarán términos como impasse, multiculturalidad, feminicidio, hacker,
externalizar, spa y positividad.
La
Academia se toma su tiempo hasta comprobar que las palabras nuevas que van
surgiendo están consolidadas. Por eso, todavía es pronto para saber si serán
incluidas o no en futuras ediciones del Diccionario voces coloquiales tan
simpáticas como pibón y choni, y otras como link, cronopio, clicar,
teocentrismo, identitario, retroalimentar o vintage.
En la RAE
se reciben con frecuencia quejas por el posible carácter machista o racista de
algunas definiciones y, con motivo de la nueva edición, se han revisado todas
esas voces, aunque no se supriman, como sucederá con "gitano" y
"gitanada".
También
seguirá "judiada" que, en su uso actual, "está desligada del
origen judío. Es una palabra más fina que cabronada o putada", comenta el
secretario.
"El
Diccionario no puede modificar la realidad", señala lvarez de Miranda. Si
judiada o gitanada tienen sentido peyorativo, carece de sentido que la Academia
lo oculte".
De la
definición de "femenino" se ha suprimido la acepción de "débil,
endeble" y de la de "masculino", "varonil, enérgico".
Y se han
mirado con lupa los nombres de las profesiones para que conste el masculino y
femenino "cuando hay la más remota posibilidad de que una mujer desempeñe
una profesión. En ese terreno es cada vez más difícil pillar al Diccionario en
un resabio machista", asegura lvarez de Miranda.
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