Por Román Reyes
La serie de ataques recientes del ejército israelí contra el pueblo palestino, dirigidos contra refugios de la ONU, han logrado que algunos líderes de países centroamericanos como el presidente uruguayo José Mujica, califique de "genocidio" las acciones de Tel Aviv.
Lo mismo ocurre con el canciller venezolano, quien a nombre de los Países No Alineados ha tomado una postura repulsa contra las acciones guerreras entre dichas naciones, que desde la prehistoria han disputado terreno y poder.
El antecedente más reciente es del año 2006, cuando Hamás gana las elecciones con el disgusto de Israel que intensifica el asedio en Gaza, mientras que en 2007 impone el bloqueo de la zona.
Desde aquel entonces ha impedido el paso a toda ayuda humanitaria, así como de bienes comerciales y servicios, e incluso de personas, par a entrar a territorio Palestino, acciones preludio de la beligerancia actual que viven en la actualidad.
TEL AVIV hoy se opone a que gobierne MAMUD ABBAS, quien tampoco goza de la simpatía de los EE.UU., a pesar de la existencia del Acuerdo de status suscrito ante la ONU para que Palestina sea considerado Estado Observador, con el apoyo de los 138 países miembros de Naciones Unidas.
No obstante, los esfuerzos del organismo internacional hasta el momento han sido insuficientes, mismo que es dirigido por Banki Moon, quien ha visto cómo tal Acuerdo se supone vigente pero no efectivo desde su creación en noviembre de 2012.
Los pactos de ‘alto al fuego’ y los Acuerdos de Amnistía Temporales han sido recurrentemente violados, sin respeto alguno a las resoluciones tanto de la Asamblea General como al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que algún día se cansará de exigir el retiro de acciones bélicas en territorio palestino.
En esta ocasión el conflicto ha terminado con la vida de mil 830 personas y ha dejado aproximadamente 4 mil heridos graves, cifras mencionadas por el mandatario uruguayo quien también expresó que los receptores de esos ataques fueron “los más débiles” -como niños y ancianos- y que tales acciones genocidas sobrepasan los límites del derecho de defensa territorial.
Otra voz importante: el líder ruso Vladimir Putin, declaró su repudio al apoyo que Tel Aviv recibe de Estados Unidos, que en la vida real sólo son palabras que no ayudan en nada, pues los enfrentamientos y acciones genocidas de tal guerra continuarán sucediendo en aquella parte del mundo.
Caracterizada por su sempiterna belicosidad cuando desde los tiempos bíblicos han disputado la supremacía territorial y el poder, me parece que han acostumbrado al mundo entero a ver aquella situación como de lo más natural.
No obstante, lo más grave es que un enfrentamiento entre Rusia y los EE.UU., daría lugar a una conflagración mundial no deseada.
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