Hay que educar a los niños. Sobre todo a las niñas. Por eso la educación sexual es tan importante y no se trata de aprender genitalidad como creen algunos padres.
Educación sexual es enseñarle a una niña de cinco años que nadie la puede ni la debe tocar, que si alguien la toca tiene que denunciar, tienen que gritar, tiene que pedir ayuda. Si su mamá no le cree o no quiere creerle porque es absolutamente dependiente del perpetrador quien probablemente sea el proveedor de la familia y sin él, nadie come, pues tiene que decirle a la profesora, a sus amigos, a la mamá de su mejor amiga, tiene que decirle a todo el mundo. Y esa niña deberá contar con inmediata protección. Cualquier adulto responsable cercano a su entorno tiene la obligación de informar a las autoridades del colegio o a los operadores de justicia para que esa niña y sus hermanas, de tenerlas, sean removidas inmediatamente de ese entorno donde lo único que reciben es violencia sexual y sean llevadas a un centro del INABIF o a un centro de protección de menores. ¡Para eso pagamos impuestos!
De esta manera, la niña se dará cuenta que ella tiene autoestima, que su cuerpo no puede ser tocado porque tiene valor. ELLA ES IMPORTANTE. Trabajar autoestima en niñas pequeñas es educación sexual. Enseñarles que su cuerpo es de ellas y nadie las puede tocar. Que aún esa persona que dice que la quiere y es su padre, no puede tocarla. Ningún hombre, ninguna mujer puede tocar su cuerpo sin su consentimiento porque su cuerpo es de ella, de NADIE más. Eso hay que repetírselo a los niños desde que van a pre-escolar.
Según nuestra legislación, ningún menor de 14 años tiene sexo consentido. Todo es sin su consentimiento. Y si es sin su consentimiento es violación, y si es violación el culpable debe ir preso. Y hay graduación de la pena, mientras más pequeño es el niño, más alta es pena. Va desde 25 años a perpetua. Simplemente, no hay discusión. ¿Cómo el ADN del sospechoso está en el recién nacido? Porque él es el culpable. Hay casos en los cuales el Ministerio Público la tiene facilísima. Lo único que se necesita hoy con la tecnología que se tiene, es una prueba de ADN, la cual es demoledora, y el culpable va preso en el acto con preventiva para empezar, porque es el violador de todas maneras. Lo que van a discutir los jueces es cuánto tiempo le van a dar.
Hay que tener en cuenta que el violador querrá que la niña aborte inmediatamente para ocultar su delito. De manera que esa niña pasa por varios traumas, el ser violada, abortar o parir.
Hay campañas que hace el Estado, pero lamentablemente, son eso, campañas. Tienen un comienzo y un fin y no se reponen con mejores campañas.
El tema central es atacar el fondo del problema que es el abuso sexual y obviamente la violencia familiar en todos sus niveles. Desgraciadamente, la violación sexual de una mujer adulta tiene menos pena que falsificar estampillas.
La legislación tiene que cambiar para que nos puedan proteger.
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