Make a wish

Quisiera, aunque sea por un momento, que mi país deje de ser un país de desconcertadas gentes. 

Quisiera, aunque sea por un momento, que mi país deje de ser un país estrambótico donde cataloguen a la gente de izquierda o derecha sólo por oponerse o por apoyar un proyecto minero.

Quisiera, aunque sea por un momento, que en mi país deje de existir el racismo, sobre todo el racismo al revés: si eres blanco eres malo, si eres cholo eres bueno.

Quisiera, aunque sea por un momento, que mi país deje de ser un país demencial que se pone de rodillas ante un par de extremistas, uno ex MRTA y el otro un Patria Rojero, agitadores sociales que lo único que quieren es que la población sea un ejército de proletarios y no de empresarios.

Quisiera, aunque sea por un momento, que mi país deje de ser un país de ignorantes para que puedan ver y distinguir sutilezas de estos fósiles marxistas que se oponen a que el pueblo salga de la pobreza, porque si desaparece la pobreza se quedarían sin “chamba” y sobre todo sin su “cháchara” marxista de toda la vida que lo único que ha causado es sufrimiento, resentimiento y atraso.

Quisiera, aunque sea por un momento, que mi país deje de ser un país sin “cojones”  para que pregunte sin ambages a esos gusanos marxistas qué es lo que hacen con mil millones de soles provenientes del Canon Minero (ese mismo que quieren destruir), en el Banco de la Nación sin invertirlo ni utilizarlo en su región por la supuesta “incapacidad” de gestión de estos mismos sujetos.

Quisiera, aunque sea por un momento, que mi país deje de ser un país demente donde sus autoridades se oponen a proyectos mineros que engordarían sus arcas presupuestarias en cantidades considerables asegurando la prosperidad de su gente.

Quisiera, aunque sea por un momento, que en mi país haya cultura suficiente e información fehaciente para analizar y ver más fino el panorama.  Así podríamos decidir bien y no equivocarnos otra vez.

Quisiera, aunque sea por un momento, que mi país deje de ser un mendigo sentado en un banco de oro.

Quisiera, aunque sea por un momento, que mi querido país hiciera sus sueños realidad.

Esos son mis deseos.  Quisiera saber qué tengo que hacer para que se conviertan en realidad.