GUERRA CON TACÓN DE AGUJA, por Cecilia Podestá
Top Ten | Junio 13,
2012 - Diario 16
Nosotros matamos menos, fue la frase telúrica de las últimas elecciones
presidenciales, la menos feliz, la que muchos agradecimos en un ataque de
asombro e indignación por alejar a Keiko Fujimori de la consumación de sus
pretensiones electorales. Para las siguientes elecciones habrá que esperar algo
tan demoledor y contundente, y si viene de su propio partido, mejor.
Pero esta frase no debía desperdiciarse, debía ser dicha siempre y
ubicada, por lo que se usó como nombre para un blog de crítica cultural, política,
literaria y de todo lo demás. Ahora es un espacio web, con página propia, seguidores
en aumento y que amenaza con ser un medio escrito, un programa en video y hasta
conquistar el muuuundo. Quienes escriben en esta web son los periodistas y
escritores Juan Carlos Méndez, Jerónimo Pimentel, Carlos Cabanillas y José
Carlos Yrigoyen. Se hacen llamar monos con metralla, pero son más peligrosos,
son poetas. Ellos vienen disparando balas, dardos, quizá hasta lanzando
cuchillos y algunas cosas más. Cómo son, qué hacen, dónde viven y con qué se
alimentan, son preguntas que serán respondidas en un próximo artículo, que
además cuenta con la intervención y los arreglos del exvocero del fujimorismo
¡Jorge Trelles! ¡No lo lean! Por ahora, uno de su últimos post nos deja más de
una pregunta entre tantos disparos o comentarios, que no son lo mismo, pero
después de leerlos uno se da cuenta que son tal cual. ¿Se puede ejercer una
crítica sin prejuicios sobre la literatura comercial? ¿Por qué vender 50 mil
ejemplares de lo que la autora en cuestión llama autojoda; puede alcanzar para
llamarse a sí mismo, escritor? Y claro, con lo que cuesta. ¡Habráse visto!
José Carlos Yrigoyen se hizo una pregunta similar, ¿literatura o
autojoda? Perteneciente a la generación de los noventas, reconocido además por
un medio criminalmente competitivo y por la misma crítica literaria; apuntó al
último libro de Josefina Barrón, Yo no soy tú, a modo de una crítica o reseña
que tituló Borrón y cuenta nueva. Escogida la víctima, disparó. Así escribió
Yrigoyen en resumen Durante los años noventa, Josefina Barrón Mifflin (1969) se
sintió poeta y publicó tres incomentables colecciones de versos. Josefina
hablaba del amor como lo hubiera hecho Camucha Negrete e interpelaba a la
pareja desde la apatía de la mujer burguesa, como consta en su antológico
Matrisuicidio: ... haciendo origami del amor / y estadísticas del sexo /
compartimos albóndigas de carne, bacilos inoportunos. Años después regresó como
autora de libros dirigidos al público femenino con la intención de teorizar
humorísticamente sobre su condición y sus diferencias con el sexo opuesto.
De su reciente lanzamiento, Yo no soy tú (Planeta, 2012), permítanme
adelantar mi opinión: es el libro más estúpido, ordinario y prejuicioso de
todos los que ha dado nuestra literatura comercial. Y es que lo que más irrita
de Yo no soy tú es la manera tan grosera en la que Josefina Barrón menosprecia
a sus lectores. Juzgue el propio lector Una de las señales que anuncia que
hemos entrado a la adultez es que las mujeres empezamos a desarrollar una
obsesión por las dietas, las tarjetas de crédito (sobre todo si alguien más las
paga), los títulos de propiedad, el Botox y los potos de nuestras posibles
rivales; uno lee estas cosas y se imagina a una Pilar Sordo en ácidos dándole
al teclado entre risitas y aullidos en plena madrugada. No solo es insufrible
que Barrón y sus editores nos quieran hacer pasar este estólido rosario de
exabruptos como literatura comercial ligera, sino que se presente a su autora
como una autoridad intelectual. Mientras revisaba Yo no soy tú, pensé en que
este libro había logrado lo que hasta ese momento estimaba imposible: hacerme
desear que Josefina Barrón retorne a la poesía. Es en serio, Josefina, por
favor: ahí hacías menos daño. Josefina Barrón respondió en más de diez post,
que condensamos en lo siguiente:
Por qué será que hay tantas personas que sí leen y sí compran
Malabares... y Yo no soy tú, ¿serán todas ellas estúpidas, imbéciles? ¿qué será
lo que hace que hayan más de 50,000 personas que lo han gozado y se han
divertido? Hoy soy una más de ustedes, hoy soy una mona con metralleta (...)
déjame decirte que me siento poeta y así lo siente también Gonzales Vigil,
quien me antologa en sus libros. Quien quiera que compre mi libro y se cague de
la risa. Y quien no, que no lo haga (...) Si vas a ser comunicador, te ruego
seas más responsable con tus referencias pues puedes hacer mucho daño con tus
sesgados comentarios.
Y<http://nosotrosmatamosmenos.com/author/josecarlosyrigoyen/> nuevamente
Yrigoyen: Estimada señora Barrón: en primer lugar, mucho gusto. Solo le escribo
para decirle que defender un libro por sus ventas o por la cantidad de países
donde se publica es un argumento tan endeble y tan lejano a la literatura que
no me parece atendible. En segundo lugar, afirmar que usted es una poeta porque
la antologó Gonzalez Vigil, créame, no prueba nada. Un saludo cordial y no deje
de leernos. Y finalmente, Barrón:
Malabares en Taco Aguja en este momento es un long seller y ya estará en
ebook a pedido del público (...) Pertenece usted a aquel lugar común que define
al escritor como el fumón perdido, pobre y aturdido que debe serlo para ser
respetado... No soy Pilar Sordo, ni Chopra. Soy Barrón, soy poeta, escribo
libros de autojoda, no soy periodista ni quiero serlo, me bacilo escribiendo
(...) Yrigoyen, por lo que sé, se expresa mal de intelectuales y poetas de alto
nivel, como el chato Quiroz (...) considero que tiene grandes vacíos literarios
que debe empezar a llenar. Eso sería todo (...) todos somos distintos y para
todos hay espacio en el ambiente de la literatura peruana, aunque a algunos les
duela. Y para terminar con este lío o sopa de letras citamos uno de los mejores
post´s en estas "importantísimas" discusiones entre lo comercial,
egos asaltados o asfaltados, verdades (autojoda o no) y claro, prejuicios. Dice
así: "Los escritores deberían recordar siempre que el libro más leído del
planeta es la guía telefónica porque "algo tiene" que la gente está
buscando. Cuánta razón tenía el maestro Cattone cuando afirmaba que no hay
gremio más injusto,malnacido, envidioso, rastrero, etc... que pueda existir,
que el de los escritores".
Así es, no hay gremio más competitivo que el de los escritores y por lo
mismo, le damos la razón a Josefina Barrón, hay espacio para todo el que halle
público. Los culpables o verdaderos autores de la literatura comercial son los
editores, ahora capitalistas, empresarios, lejos de hallar verdaderas
tradiciones literarias dentro de la autoayuda o autojoda. Nadie lo espera
tampoco. Pequeño detalle. Las líneas editoriales son clarísimas. De publicarse
Yo no soy Tú en Tusquets editores, por ejemplo, todos sabríamos que su rubro cambió
completamente, que necesitan vender y ese es su único objetivo. Los 50 mil
lectores de Josefina Barrón no esperan hallar en su libro más de lo que ya hay
y sí, como ella misma dice, lo leen porque se divierten. Quizá Yrigoyen disparó
fuera de casa y dio en un blanco fácil. Lo cierto es que llamarse escritor
ahora ya no es complicado, y es verdad, nuestros círculos
"culturosos" pueden ser cerrados, temibles y hasta despreciables,
pero tenemos una tradición literaria que se forma en ellos y ha sido siempre
igual. Eso no da señales de cambio, y no lo ha hecho en los últimos siglos. El
que quiera pertenecer a esta debe sufrir el fuego de la autocrítica y del pudor
antes de publicar o llamarse a sí mismo escritor. Pocos que hagan
malabares en taco aguja entrarán al infame, mezquino y deslumbrante reino de
los escritores, a pesar de tener miles de lectores o de llamar prejuiciosos a
sus críticos más temibles. Pero no hay peor trampa que la de subestimar o
sobrestimar, por lo que nada termina de decirse. Habrá quien ingrese en taco
aguja. Sus libros dirán.
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