Sí, Joaquín Ramírez. El hombre de confianza de Keiko Fujimori y principal financista. Y el culpable, entre otras cosas, de perder la presidencia.
Recordemos los dos escándalos que tuvo que enfrentar la señora K en su propia campaña casi, casi cuando tenía la presidencia en el bolsillo. Pero claro, los panes, en la puerta del horno, se queman.
El primero fue sobre Joaquín Ramírez, estaba investigado por presunto lavado de activos; y la segunda, fue la difusión de un audio adulterado para justamente, limpiar a Ramírez, (en la que intervino su candidato a la vicepresidencia, José Chlimper, y actual director del BCR, nombrado por PPK. Sí, por PPK).
Y felizmente perdió la elección. No fue muy difícil recordar el modus operandi del fujimorismo durante la dictadura.
Pero todo esto traería cola.
Ahora (día del amor y de la amistad) la fiscalía de lavado de activos, pidió al Poder Judicial, a través de la jueza Bárbara Oré Torre, levantar el secreto bancario y la reserva tributaria y de la identidad bursátil de Joaquín Ramirez Gamarra. Esta medida también alcanza al congresista Osías Ramirez Gamarra y sus empresas (Compañía General de Combustible SAC y Compañía General de Combustibles a Granel SRL.)
Recordemos que el grupo Ramírez está siendo investigado desde setiembre del año 2014 por presunto lavado de activos de origen ilícito. La DEA está siguiendo los pasos de todos los involucrados en este caso: Joaquín Ramírez, Fidel Ramírez, Edgardo Sanchez (fundador de Aerocóndor) Carlos Alberto Palacín Fernández, José Amadeo (comandante FAP y socio de Fidel).
Esto se caía de maduro. Por una razón muy simple. Es muy difícil hacer plata honestamente en el Perú. Cómo es que desde el año 2001 al 2005 su “fortuna” no deja de multiplicarse. Tiene cuentas bancarias en 14 empresas, participación en otras cuatro, adquisición de propiedades inmuebles dentro y fuera del país y toda clase de vehículos.
Lo más curioso es que empezó su empresa con S/. 2,000.00, para llegar a tener en la actualidad una fortuna que las autoridades no terminan de contar.
Al ser interrogado por la Fiscalía, Joaquín Ramírez afirmó que entre 1987 y 1994 desarrolló diversos oficios menores como repartidor de alimentos, ayudante de albañil, cobrador de micros y otros.
Sabemos bien que no es por herencia. Sus viejos, quedan descartados. Su viejo vendía aguardiente y su viejita, abarrotes. ¿Cuál es su fórmula del éxito? Nos gustaría conocerla.
Y su hermano Osías, es otra joya por el estilo.
La verdad es que esta investigación ya se estaba demorando. Recordemos los “libros perdidos”. Ramírez declaró que en un accidente de transporte se perdieron los libros contables de sus empresas, por lo que ahora no puede mostrar cómo fue incrementándose su patrimonio. Qué penita!
¿Alguien puede creerle esa estupidez?
Por eso, el levantamiento de su secreto bancario y la reserva tributaria será desde el año 1998 hasta la actualidad. Los bancos, corredores de bolsa y la Sunat deberán remitir a la Fiscalía el historial de sus cuentas bancarias financieras vigentes, cerradas o en liquidación.
Por supuesto, la señora K dijo que ponía las manos al fuego por Joaquín Ramírez y que todo es una guerra sucia…En fin.
El tiempo lo dirá. Sólo una recomendación a nuestros políticos: cuidado con las quemaduras.
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