Sostres ataca a los
"columnistas del llanto bien pagado" que critican a Rajoy
Federico Quevedo,
'quemado' por una campaña de Podemos, insinúa que Iglesias "podría"
tener dinero "en algún paraíso fiscal"
Redacción, 30 de
abril de 2015 a las 06:21
Mientras me fumo el
primer cigarrillo del último día de abril, tengo la satisfacción de confirmar
lo que pensé, al igual que otros muchos españoles que ni son políticos, ni
oenegeros, cuando vi a esa madre negra que sacaba a golpes a uno de sus hijos
de las protestas de Baltimore: en España un juez la podría condenar a cárcel y
multa según las leyes vigentes aprobadas por Zapatero.
Y hoy, 30 de abril,
encuentro al primer creador de opinión en el que el buenismo se impone al
sentido común. Se trata ni más ni menos que del director de La Vanguardia, Màrius
Carol.
“La historia se ha
viralizado rápidamente en las redes sociales y es uno de los vídeos más vistos
en las últimas veinticuatro horas. Las imágenes muestran la ira desbocada de la
madre contra el muchacho, hasta el punto de que uno acaba preocupado por la
salud del menor (le golpea repetidamente en la cabeza), que obedece a su
progenitora sin revolverse. Lo edificante del relato es que la mujer reaccionó
para llevar a su hijo por el buen camino, lo preocupante es que ejerciera su
autoridad a puñetazos.”
“Es ejemplar que una
madre luche por sus hijos, pero no resulta imprescindible que combata contra
ellos.”
Ay, Màrius, Màrius,
¿escribes tu billete de hoy por convicción o por conveniencia?, ¿porque crees
que hay que dialogar hasta el amanecer o porque quieres mostar tu lagrimita
socialdemócrata? ¡Qué daño hacéis los columnistas buenistas! Sólo te ha faltado
pedir que se someta a Toya Graham a un proceso de reeducación.
Luis Ventoso escribe
en ABC una columna que se puede aplicar a don Màrius.
“He visto, muchas
veces, a niños de cinco y seis años dictándoles a sus padres lo que hay que
comer y cómo deben vestirlos. He visto a críos poniendo cara de asco cuando sus
mayores se han dejado lo que no tienen para regalarles un viaje chupi.”
“En España, donde se
confunde modernidad con irresponsabilidad, dinero con cariño y buen rollo con
incompetencia, no puedes decir lo que sigue, so pena de ser tachado de
híper-carcafascistoide. Pero allá va: da gusto ver a una madre como las de
antes (y tengan por seguro que en el zapaterismo la acusarían de malos tratos).”
Uns ector del
columnismo se revuelve contra sus compañeros y, sin embargo, enemigos.
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