La contratista peruana que más llama la atención de todo este caso, es GyM.
El gerente general de Graña y Montero Mario Alvarado Pflucker dijo la
mañana del viernes 20 de enero 2017, que Odebrecht engañó a su empresa, a los
bancos y otras instituciones y que no había forma de estar enterados del
mecanismo de pago de coimas que articulaba Odebrecht. Señaló también que fue
una “mala decisión” asociarse con Odebrecht.
“No teníamos conocimiento de ningún acto de corrupción en nuestros
proyectos. Nuestra asociación con Odebrecht nos está afectando mucho. Para mí
es muy difícil estar acá, representando a más de 30,000 colaboradores del Grupo
GyM”, dijo Mario Alvarado.
Supongo que tampoco se dieron cuenta que los sobre costos y las infinitas
adendas que se generaron durante veinte años.
Creo que cuando alguien despierta de algo y dice que ha sido engañado,
está recurriendo a una vieja estrategia, en donde la complicidad se convierte
en víctima.
Por una razón muy simple: No es tan fácil engañar.
Lo que sí hay es que el "engaño" (que en realidad no es
engaño, pero llamémosle engaño) no duele cuando viene acompañado de cierto
beneficio, pero cuando este beneficio se pierde, ahí despertamos, ahí duele, y
es ahí cuando decimos que hemos sido engañados.
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