lunes, 25 de agosto de 2014

Solo cuenta la historia, periodista

Los periodistas deben recordar que ellos no son parte del acontecimiento que cubren

Por: Rubén Navarrette
PUBLICADO: AUG, 23, 2014 1:00 AM EST

Medios

He aquí cuatro consejos para jóvenes reporteros dispuestos a aprender de los errores de aquellos atrapados en Ferguson, Missouri.

*Aprende a cubrir una noticia sin convertirte en la noticia
* Si deseas expresar opiniones, escribe sólo en la página de opiniones. Pero en la medida en que seas reportero, guárdate tus opiniones.
* Si cometes un error y das tu opinión, espera que la gente te ataque. Por lo que debes hacerte resistente a la crítica.
* Cuando hay un disturbio y un oficial de policía te dice que te muevas, te mueves. No discutas, desobedezcas ni provoques al policía filmando el incidente para poder mandarlo por tweet o subirlo a tu sitio Web. Haz lo que él te dice. Porque en ese momento, aunque quizás no quieras admitirlo, el trabajo de él es más importante que el tuyo. Tiene consecuencias de vida y muerte.

El último punto proviene del hecho de que, aparte de ser periodista, soy hijo de un policía. Eso trae sentido común.

Como los reporteros han sido amenazados, arrestados, maltratados, amonestados, disparados con balas de goma y acribillados con proyectiles de gases lacrimógenos, es tentador declarar que las fuerzas de seguridad en Ferguson están librando una guerra contra los medios.

Aún así, incluso pensar de esa forma muestra que muchos reporteros han perdido su camino en la cobertura de la historia. Parecen pensar que todo se centra en ellos. 
Algunos manifestantes se han dado cuenta de eso, motivo por el cual muchos de ellos están ahora hostigando e insultando a los reporteros —exigiendo, por ejemplo, que los periodistas se distingan entre los residentes preocupados por la violencia policial y los de afuera que desean causar tumultos.

Si hubiera una guerra de la policía contra miembros de los medios, sin duda se 
convertiría en noticia —una noticia que a los reporteros les encantaría trasmitir. Esto no será ninguna novedad para la mayoría de los lectores, pero no hay nada que más guste a los periodistas que que se empiece a hablar de ellos, de su trabajo y de su industria.

La historia es además creíble dado que el contingente de las fuerzas de seguridad que controla los disturbios —oficiales de la policía de Ferguson, de la oficina del shériff del Condado de St. Louis, y de la Patrulla Caminera de Missouri- actuó con desprecio total de la seguridad de la población. El hecho de que los oficiales cuenten con equipo al estilo militar y que hayan sido tan torpes con los manifestantes, sólo ha creado más caos. Como también lo ha hecho el hecho de que, hasta hace poco, no pareció haber ninguna estrategia para tratar a los manifestantes; los policías parecen estar diseñándola a medida que proceden. En cuanto al lugar donde la gente podía pararse —la calle, la vereda, un estacionamiento- para protestar pacíficamente, las reglas cambiaban en un instante. No es de extrañar que el gobernador de Missouri, Jay Nixon, llamara a la Guardia Nacional.

Y sin embargo, el problema es que —a juzgar por mucho de lo que se ha escrito, dicho, fotografiado y enviado por tweeter por periodistas, manifestantes y observadores en la escena— no parece haber pruebas para apoyar la afirmación de que los oficiales tomaron como blanco a los periodistas. La policía en Ferguson pareció tratar a los periodistas tan mal como a cualquier otro. Ni mejor, ni peor.

Eso nos lleva al cogollo del asunto. Algunos reporteros están furiosos porque no recibieron tratamiento especial para miembros de los medios. Porque los acompaña un cameraman o porque tienen credenciales de la prensa colgadas de sus cuellos, esperan trato especial de la policía. Mala suerte.

Consideremos un reciente episodio que involucró al reportero y locutor de CNN Don Lemon. Mientras filmaba un episodio en vivo para la red, un policía dijo a Lemon y un grupo de quizás unos doce manifestantes, que salieran de la calle y subieran a la vereda. El periodista obedeció pero también se quejó, insistiendo que él y ese grupo habían estado de pie durante horas en la calle y nadie les había dicho nada.

"Ahora ven por qué la gente está tan molesta aquí," dijo Lemon a la cámara. "Porque hemos estado aquí todo el día. … Estamos en televisión nacional. Así es que imaginen lo que les hacen a las personas que no están en televisión nacional, los que no tienen una voz como nosotros tenemos."

Los que "tienen una voz" deben tener más cuidado en no meter la pata. Los estadounidenses ya sienten desprecio por los medios. No les demos más motivos para que guarden ese sentimiento.


Una versión de este artículo se publicó en la edición impresa de La Opinión del día 8/23/2014 con el título "Solo cuenta la historia"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CARACTERÍSTICAS DEL POPULISTA

En este vídeo podrás identificar al político populista con ejemplos de la vida real en la realidad peruana que por desgracia no ha tocado vi...