Por Aldo Mariategui
-Carlos Ramos Heredia era ya insostenible en la Fiscalía de la Nación y su apartamiento del cargo por parte del Consejo Nacional de la Magistratura era –hace rato– necesaria. Sin embargo, me preocupa que haya salido por acción directa de los consejeros caviares Pablo Talavera y Gonzalo García Núñez tras las presiones de la también caviar ONG Proética. Eso demuestra el músculo de esta red de poder que son los caviares, que aplican el discurso de la moral pública a sus rivales pero nunca entre ellos. Dudo que Ramos Heredia hubiera sido suspendido del cargo así si fuese caviar o rojo. Y muy mal Ramos Heredia de levantar la paloma respecto a Martín Belaunde Lossio: revelar su posible escondrijo le puso en alerta para la fuga, salvo que esté oculto en otro lado y lo que se quiera sea desviar las investigaciones. ¿O se quiso abortar la captura?
-Me parece normal que se inaugure un busto a Andrés Townsend en el Centro de Lima, que fue un muy correcto político aprista, que al final acabó de disidente de ese partido por enfrentarse a Alan García y a Armando Villanueva y que fue siempre un congresista fino. Pero me parece de mal gusto que la felizmente saliente alcaldesa Villarán lo haya hecho, dado que la hija de Townsend fue su jefa de campaña contra la revocatoria y es muy cercana a ella. ¿No decían que la “tía regia” tenía mucha clase? Poca elegancia…
-Si se dan cuenta, la mayor parte de electos gobiernos izquierdistas en Latinoamérica (Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Argentina y Bolivia) ha devenido en autoritarismos que no tienen nada que envidiarle al fujimorismo. ¿Los analistas rojos como Beto Adrianzén jamás van a reconocer este fenómeno o solo los de derecha son los autoritarios?
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