martes, 25 de marzo de 2014

Ciudades sin plastico

Por: Carlos Cadena Gaitán | marzo 18, 2014 - Las 2 Orillas

Ahora si nos jodimos, ¡empezó la revolución contra la botella plástica! Ya quedó claro que la prohibición a la venta de botellas plásticas en San Francisco es inminente; ¡que locura!, ¿y ahora cómo van a hidratarse los ciudadanos de ese pueblo loco? ¿Podríamos tener ciudades sin plástico?

Mis amigos gringos me recuerdan que “todas esas locuras siempre empiezan en California”; ni hablar de San Francisco, ciudad de empinadas colinas y ciclistas urbanos empedernidos, urbe de grandes compañías tecnológicas, donde se sienten a gusto los hippies anticonsumistas. Como bien decía Hernán Andrade: “Si usted quiere eso para sus hijos, entonces no vote por mí”.

Yo no me imagino mi vida sin mis botellitas plásticas, sin mis bolsas plásticas. ¿Usted si? Exploremos lo terrible que serían algunas agradables labores diaria, si no usáramos plástico. Por ejemplo, yo aprovecho los tacos eternos de esta ciudad, para irme tomando mi dosis diaria de agua al frente del timón. Cuando la termino, la vuelvo a meter en la bolsa plástica —bien amarradita— para que sea más fácil de reciclar. Peor sería para mi querida Matilda. A ella solo le gusta el agua de cierta marca (dice que le sabe delicioso) y yo no la juzgo; pide siempre su botella de agua sin pudor alguno, y dos pitillos para no mojarse. ¡Se ve hermosa esa pelirroja tomándose el agua con dos pitillos al tiempo!

En fin, el punto es que esa bolsa, los dos pitillos, las botellas y las tapas de las botellas (que se hacen de un plástico distinto al de las botellas) siempre terminan reciclándose en su totalidad, en Barranquilla, Pereira y Riohacha, ¿o no? Me imagino que lo mismo pasa en San Francisco, Tokio y Londres; ¿no? ¿Cómo no van a reciclar toda esa cantidad de petróleo en forma de plástico? Eso si no me lo creería, porque entonces estaríamos contaminando hasta la muerte este planeta. Me dicen que algunos estudios demuestran que más del 75% de las botellas plásticas en Estados Unidos no se reciclan, y que en ninguna gran ciudad de Colombia se logra llegar ni al 20% de residuos reciclados. Es mejor no ponerle mucho cuidado a eso, debe ser una conspiración de los ambientalistas.

El oceanógrafo Charles Moore descubrió lo que ahora se conoce como el séptimo continente del planeta. Se trata de una “Sopa de Basura” gigantesca en el medio del Pacífico, donde –dice Moore– se terminan encontrando las botellas, bolsas, y demás basura plástica de Estados Unidos con las del este asiático. Según National Geographic mueren miles de animales marinos al tragarse las tapas plásticas y en ese  Great Pacific Garbage Patch; al parecer, también lograron llegar hasta allá los restos de esos globos de helio que tanto soltaron al aire los candidatos en el circo electoral que acaba de terminar. Pero déjenme ser sincero: no veo cómo eso pueda afectar mi vida diaria en la ciudad. No voy a dejar de usar con placer mis vasos de icopor, bolsas y botellas plásticas, solamente porque un par de animalitos en vía de extinción se mueran en las lejanías del Pacífico.

Lo único que si me empieza a molestar es que algunos de estos ambientalistas conspiradores siguen insistiendo en que 25% o más del agua embotellada, es simplemente agua de la llave, por la cual uno termina pagando hasta 2000 veces más. ¡Huy, eso sí sería una trampa digna de candidato al congreso por Córdoba! Donde yo en serio me entere de que me están tumbando de esa manera, juro que me compro un termo y lo voy llenando de agua de la llave por todas partes, para vengarme.

Última idea: hablemos en serio, ¿cómo hacían nuestros abuelos para hidratarse sin botellas plásticas? ¿Para llevar las cosas que compraban desde la tienda hasta la casa, sin bolsas plásticas para cada paquete plástico? ¿Cómo hacían para lavar tantos platos después de una comida familiar, antes de que nos inventáramos la ‘vida desechable’?  No quiero imaginarme que aquí nos dé el arranque de emular a los holandeses: cobrando por las bolsas plásticas en los supermercados para que a la gente le toque llevar su propia bolsa de tela, instalando fuentes de agua potable por sus ciudades para multiplicar la idea por el mundo.

¿Será muy loco pensar en ciudades donde se busque reducir el consumo de plástico, antes que aumentar la cantidad de reciclaje logrado (o “reportado”)?





No hay comentarios:

Publicar un comentario

CARACTERÍSTICAS DEL POPULISTA

En este vídeo podrás identificar al político populista con ejemplos de la vida real en la realidad peruana que por desgracia no ha tocado vi...